Disfrutando con ella P-VII

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El día transcurría, fuimos por mi prima, nos dirigimos a comer a un restaurante de mariscos, durante la comida ella se sentó a mi lado y en cada oportunidad me acariciaba el pene por debajo del mantel yo solo disfrutaba de su atrevimiento.

Más tarde ya en casa aprovechábamos cada que mi prima se descuidaba para acariciarnos y calentarnos. En un momento mientras mi prima se encontraba en el patio y mi tía se entretenía en lavar los platos me acerque a ella, le levante la falda corrí su tanga de lado le separe las nalgas y comencé a meter mi lengua en su ano. Como a ella le gustaba así estuve un momento hasta que ella me empujo ya que mi prima estaba entrando a la casa.

Durante el momento que mi prima se duchaba mi tía aprovechó me bajo los pantalones y comenzó a comerse mi pene yo por mi parte la tomaba de la nuca y le marcaba el ritmo que quería que ella siguiese, estuve por terminar cuando escuchamos que mi prima salía de la regadera.

Así continuamos aprovechando cada momento para excitarnos hasta que llego la noche cuando mi prima se quedó dormida y decidimos que la regadera del cuarto de mi tía sería el mejor lugar para penetrarla. Ya que era cómoda y con el ruido del agua se perderían un poco los sonidos así que nos metimos, sentíamos el agua recorrer nuestros cuerpos, mientras nos comíamos a besos tocándonos, como pudimos nos acomodamos frente a frente. Mi tía con una de sus piernas levantadas  me permitía penetrarla mientras con mis manos me aferraba a sus nalgas acariciándole el ano.

Estuvimos un rato pero la posición incomodaba un poco, mi tía se giró y se empino permitiéndome penetrarla mejor, el miedo porque mi prima pudiera despertar y encontrarnos era excitante por lo que tardamos menos en llegar juntos al orgasmo. Cuando nos disponíamos a salir del cuarto de baño escuchamos que mi prima entraba a la recamara de mi tía, ella se apresuró a salir pidiéndome me quedara dentro hasta que ella me hiciera la señal para poder salir. Al cabo de unos 30 minutos escuche que mi tía entraba al baño, me pidió que saliera.

–Esto ha sido muy arriesgado pero me ha gustado me dio un fuerte beso en los labios pidiéndome me fuera a mi recamara. A la mañana siguiente solo nos dispusimos a excitarnos, llegada la noche mi prima se quedó dormida pero esta vez no habría sexo ya que mi tía estaba asustada por el que casi nos descubriese la noche anterior.

Ya avanzada la noche sentí como ella entraba en mi cama me extraño pero fingí aun estar dormido, me despojo de mi pantalón, saco mi pene comenzó a mamarlo, cuando volteé a verla pude observar como lo disfrutaba, la tome por la nuca pero esta vez no fue necesario marcarle el ritmo ya que había aprendido bien como me gustaba que lo hiciera. Después de un rato al casi llegar en su boca se detuvo, se incorporó se despojó de la tanga, me dio un beso en la boca, me acomodo la tanga en la cara y me dio las buenas noches.

 –La muy zorra me dejo a punto de terminar saliendo de mi cuarto. Pensé en seguirla hasta su cuarto para acabar pero recordé que mi prima se había quedado dormida en la cama de mi ella. Así que tendría que esperar hasta que ella regresase del gimnasio al día siguiente.

Cuando ella por fin regreso yo la esperaba desnudo, apenas la deje abrir la puerta de la casa cuando la jale de inmediato al interior, no me importo que estuviera toda sudada al contrario cuando acerque mi boca a su sexo me excito más el aroma que expedía como pude la despoje de sus pants de gimnasio cuando me percaté de que me había desobedecido pues llevaba puesto uno de los cacheteros de los cuales había pedido que no usase más.

La conduje hasta su cuarto pedí que sacara el juguete para dar descargas eléctricas, la tumbe en la cama le quite el cachetero y le comencé a dar descargas de lleno en el clítoris ella pedía que parara.

–Esto es por desobedecerme le dije.

Pare por unos instantes le saque las tetas y ahora torturaba sus pezones, pude notar como para estos momentos estaba totalmente húmeda, me dirigí a su cajón, tome uno de sus dildos y comencé a metérselo en la vagina, dándole también descargas por todo el clítoris, ella gemía de placer pero yo estaba molesto por que ella no había cumplido con su promesa, así que la volteé y la acomode a cuatro la volví a penetrar con el dildo mientras ahora le daba descargas en el ano miraba como ella disfrutaba, así que pare y me acomode para penetrarla por el ano, esta vez sin lubricación por lo que ella gemía de dolor.

-Para por favor me estas lastimando decía.

–Volverás a desobedecerme? Y mientras le daba fuertes nalgadas en sus cachetes.

–No claro que no volverá a suceder.  

Así que decidí detenerme y comenzar a penetrarla lentamente por la vagina hasta que ella volvió a gemir de placer una vez así comencé a sacarla y empujársela por el ano hasta que este nuevamente cedió ahora siendo lubricado por los fluidos de su vagina. Estuvimos un rato hasta que terminamos, nos duchamos y ahora ella obedientemente escogió una linda tanga para llevar puesta.

Esto era ahora nuestra rutina diaria, lo hicimos en cada rincón de la casa, hubo días en los que decidió no ir al gimnasio para tener más tiempo de disfrutarnos ya que la calentura era grande, acudimos en dos ocasiones a la tienda de lencería y junto con unas tangas siempre escogía un lindo coordinado que lucir para mi durante nuestras sesiones de sexo.


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