Mi libro, C. 7

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Viriato

Viriato murió en el año 139 a. C., es lo que dejaron escritos lo romanos, fue un caudillo del pueblo lusitano, que se enfrentó a la conquista por parte de Roma de la península ibérica bien entrado el siglo II a. C. en la zona suroccidental de Hispania, en las guerras lusitanas. Su liderazgo encabezando a los lusitanos parece ser que fue por elección, al tener dotes de líder, en los enfrentamientos con los romanos y no por ser heredado.

Campañas contra Roma: La penuria del pueblo lusitano, sumada a la ofensa padecida por la matanza de Galba, produjo la rebelión de Viriato. Este y una tropa de lusitanos liderados por el caudillo, hicieron una exploración en Turdetania, pero fueron rodeados cerca de Urso por los hombres de Cayo Vetilio, este les propuso la pacificación, que fue desechada por Viriato al sospechar de que los romanos no cumplieran lo tratado. Pero luego Viriato y sus hombres pudieron eludir a las tropas de Vetilio y rodear a su ejército hipotéticamente en la angostura del río Barbesuda, por lo que consiguieron vencer a Vetilio causándoles 4.000 muertos a sus tropas. Un soldado lusitano mató a Vetilio al creer que era un romano más, por lo mayor y lo obeso que estaba el general. Esta victoria sobre el pretor no fue muy lejos de polis de Tribola lo que les valió a los lusitanos para saquear después a Carpetania, además de atacar a los campamentos romanos en el Guadiana y en el Tajo, esto encumbró a Viriato como jefe de los lusitanos. Este, en el año 146 a. C. con las tropas lusitanas logró derrotar al líder romano Plautio, en Carpetania, y al administrador de la Citerior, Claudio Unimano.

Fabio Máximo, en el año 144 a. C. logró la retirada de Viriato, aunque, este continuó con sus ataques a los romanos en los años siguientes, en los que se hizo con la población de Tucci (Martos o Tejada la Vieja), y el territorio de la Bastetania. En el 143 a. C. Viriato consiguió expandir la sublevación a los celtiberos y los arévacos que también lucharon, esto produjo la tercera guerra celtibera.

En las batallas siguientes Viriato derrotó a Cayo Plaucio en un lugar próximo a Viseo, a Claudio Unimano junto a Ourique, después de eso Viriato colocó emblemas romanas en las cumbres en señal de victoria, y a Cayo Nigidio administrador de la Citerior (informó Floro y Orosio).

Roma después de que en el año de 145 a. C. finalizara la guerra con Cartago, podía utilizar más soldados y tiempo a la conquista de la península ibérica. Al llegar Quinto Fabio Máximo Emiliano (que reemplazó a Cayo Plaucio, quien solo cosechaba derrotas), este se situó en la población de Orsona y con su estrategia, Viriato tuvo que retirarse abandonando las mejores urbes en el sur de la Hispania, después de esto se trasladó a la población de Baikor (Bailén o Baena, actuales, según Schulten), donde sería atacado por el norte por Cayo Lelio.

Más tarde y después de infringir varias derrotas a las tropas romanas, Roma mandó a muchos más soldados con elefantes y caballos, quienes se pusieron a perseguir a Viriato que de igual manera fue atacado por Curio y Apuleyo, que habían desertado.

En el año 140 a. C., una noche Viriato y sus hombres lograron rodear a Serviliano en Erisana. Ante esto, Serviliano se vio forzado a aceptar la paz, que también la acepto el Senado de Roma. En esta firma se le concedía la autonomía a los territorios lusitanos liderados por Viriato, en ella, Roma consideraba a Viriato como dux (líder) de su tribu y le dieron la categoría de aliado de Roma. Los motivos de Viriato para llegar a este acuerdo, podrían ser la de transformarse en una clase de monarca en una Lusitania autogobernada y amiga de Roma, también por estar harto de tanto conflicto. Pero esto no convencía a otros líderes romanos y Serviliano fue reemplazado por Quinto Servilio Cepión que era su hermano, quien reanudó el conflicto con la complicidad del Senado.

Después de tomar las riendas Cepión, Viriato se fue de Erisana para Carpetania. Cepión fue detrás de él, metiéndose en las tierras de los vetones y los callaicos. Viriato de igual manera se enfrentó al ejército de Marco Popilio Lenas que venía del norte. Así, el caudillo de los lusitanos pidió hablar con Roma, teniendo como interlocutor a Popilio Lenas, este le pidió a Viriato que le entregara a los traidores, igual que el armamento, pero Viriato no quiso, marchándose. Aunque en 139 a. C. Viriato de nuevo estuvo obligado a hablar con Roma, ahora con Cepión sin intermediarios.

Muerte: Por lo que dijo Apiano; a los que mataron a Viriato, los ursonenses Audax, Minuros y Ditalcos, Cepión les ofreció muchos bienes y cuando ya lo asesinaran, se puede desconfiar de que el asesinato fuera porque ellos quisieron, o que fuera idea de Cepión, el que pudo recompensarlos, quienes llegaron como emisarios, con buenas ideas. Esto sucedió en 139 o 138 a. C. y un mito relata, que al regresar a su alojamiento tras reunirse con Cepión, lo asesinaron estando durmiendo con una puñalada en el cuello, porque Viriato se supone que dormía con la armadura a diario. Después de esto fueron al acampamento romano para recibir lo pactado, en donde Quinto Servilio Cepión, se la negó con el famoso dicho: “Roma no paga a traidores”.


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