Un perro con salud de hierro

En aquella casa de campo vivía una familia, que tenía 3 perros, los que pasaban mucha hambre; porque uno desayunaba, otro almorzaba y el otro cenaba. Total que la comida de comer uno y a poco le iba a llegar porque era muy escasa, los dueños la repartían entre los tres.

Parece ser, que dos de aquellos perros, aunque estaban en los huesos por la hambruna que pasaban, se resignaban a su suerte. Sin embargo, uno de ellos de vez en cuando daba una vuelta por la era de un vecino buscando algo de comer, por eso cuando tenía la ocasión le entraba en el gallinero, comiéndole los huevos de las gallinas. Lo que provocaba que un adolescente de aquella familia se las tuviera juradas. Aunque nunca llevaba a cabo las amenazas delante de sus compañeros, de que se lo iba matar, por eso ya nadie se lo creía.

No obstante, el adolescente un día cogió un trozo de pan sin corteza, con lo que hizo una bola clavándole alfileres todo alrededor, diciéndole a un vecino de una edad parecida, que le acompañara a dárselo al perro para matarlo. Cuando los dos chicos estaban llegando a la entrada de la era del vecino, estaba este con el perro odiado. Por eso su compañero le dijo; ¿no se la eches ahora delante del dueño? Pero va y se la echó: tragando el perro la bola sin tan siquiera masticarla, ante la sorpresa del dueño del perro quien cambió de color, pues algo debió desconfiar y del chico acompañante. Quien se creyó que le iba dar unos retorcijones muriendo delante de ellos después de pasar mucho dolor. Sin embargo, ni en aquel momento, porque quedó ladrando como siempre, ni más tarde le pasó nada malo al perro.

ESTA ES UNA HISTORIA CONTADA SOBRE HECHOS REALES, QUE NADIE DEBE DE REPETIR.