Mi libro, C. 24

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Rebelión de Ivailo

La rebelión Ivailo ha sido un levantamiento de las gentes del campo búlgaras contra el soberano Constantino Tikh y la aristocracia búlgara. La rebelión fue fomentada por el rencor en el inicio del feudalismo en el Imperio Búlgaro, también por la ineptitud para enfrentarse a la intimidación de los mongoles en el noreste de Bulgaria, esencialmente en el territorio de Drobruja. Ivailo evidenció ser un líder vencedor, venciendo a los mongoles y a las tropas del zar, imponiendo a la aristocracia a considerarlo como soberano de Bulgaria.

El soberano bizantino Miguel VIII Paleólogo quiso utilizar esta posición y apoyar a la aristocracia para reprimir la sublevación, sin embargo los bizantinos padecieron dos desastres esenciales delante de Ivailo. Pero la intromisión mongol le forzó a escapar para el interesante fuerte de Silistra, en el cual fue sitiado. De esa manera la aristocracia usó su alejamiento de Tarnovo para coronar a Jorge I Terter como soberano. Cercado por rivales y con la ayuda mermada, Ivailo tuvo que escapar para el cortejo de Nogai Khan y luego lo mataron los mongoles.

Antecedentes: Luego de fallecer Iván Asen II en 1241, el extenso Imperio Búlgaro inició su decadencia. Después de una serie de soberanos infantes, el estado se quedó sin la mayor parte de Tracia y Macedonia delante del Imperio de Nicea, y el territorio del noroeste, abarcando a Belgrado y el Banato de Severin, ante el Reino de Hungría. El imperio no logró enfrentarse a las persistentes ocupaciones de los mongoles luego del decenio de 1240 y el gobierno de Kaliman Asen I (1241-1246)  fue forzado a abonar un impuesto añal a los mongoles. De 1256 a 1257 la nación se batió en un conflicto interno del que el boyardo de Skopie Constantino Tikh salió como ganador. No obstante a su amplia regencia de 20 años no dio consistencia a Bulgaria. Luego de romperse una pierna estando de caza, Constantino Tikh se dejó influir por su segunda esposa, Irene Ducaina Láscarina, la que ha estado continuamente enrollada en líos con sus primos en el cortejo bizantino. Luego abandonó los deberes de Estado a su tercera mujer, María Paleóloga Cantacucena. Al mismo tiempo, los mongoles normalmente actuaban en el noreste de Bulgaria, robando las cosechas y deteniendo la actividad económica. Mientras que se desarrollaba el estado feudal en Bulgaria, en la última parte del siglo XIII se produjo un vuelco súbito para mal en la posición del campesinado. Quien además de ser  subordinado de la monarquía, también lo fue de la aristocracia y de la iglesia, sin olvidarse de que paulatinamente se han ido quedando sin autonomía individual. La ocupación de los mongoles partió el sostén de las administraciones oficiales en Dobruja lo que posibilitó la explosión de la sublevación y su veloz crecimiento. 

Ante este dilema Ivailo, un agricultor del noreste de Bulgaria, empezó a instigar a la gente a un levantamiento, diciendo que Dios le diera signos para liderar a los ciudadanos contra la aristocracia. En consecuencia, sus creencias se usaron a propósito para conseguir seguidores entre los agricultores creyentes y la insurrección fue organizada esmeradamente. Los ciudadanos creían que Ivailo sería un "Buen Zar", el excelente regidor que extendería la paridad entre todas las personas. De esa manera sin tardar mucho consiguió aglutinar a infinidad de admiradores.

Transcurso de la rebelión: La sublevación se inició entre la primavera y el verano de 1277. Los insurrectos al principio atacaron a los mongoles, que robaran a la gente búlgara, por la indiferencia del Estado. La insurrección comenzó en los territorios que las ocupaciones mongolas han sido más firmes. En ese verano, las tropas de Ivailo vencieron a una milicia mongola que depredaba el noreste y algo más tarde de nuevo los derrotó. Luego de conseguir una gesta que hacía decenios evitaran las tropas búlgaras, su fama aumentó con rapidez. En el otoño de ese mismo año, a los mongoles se les arrojó por completo de las tierras búlgaras. Ivailo fue proclamado como soberano por los ciudadanos y varios departamentos se pusieron a sus órdenes.

Finalizando 1277, Constantino Tikh se decidió a emprender una expedición contra los insurrectos. Sus reducidas tropas avanzaban despacio por el dolor que sentía en su pierna. Ivailo acechó a este ejército, ejecutando a varios de los acompañantes del soberano, entre tanto que los demás soldados se pasaron al bando de los insurrectos. El mismo Ivailo mató a Constantino Tikh, argumentando su acción, diciendo que el soberano no peleó en el combate para demostrar su dignidad. Tras su victoria, Ivailo empezó a conquistar las urbes amuralladas del imperio, que capitularon y lo aceptaron una tras otra como soberano. Salvo Tarnovo que permaneció en el dominio de la reina María.

El asesinato del emperador búlgaro ha sido un impacto para el soberano bizantino Miguel VIII Paleólogo, quien hacía poco abandonara Constantinopla por Andrianópolis con la idea de dominar la posición adyacente en Bulgaria. Detentaba proyectos para explosionar la recesión en Bulgaria para sus intereses, aunque luego se comprobó que la insurrección ha sido un enfrentamiento entre categorías, se dispuso a ayudar a la nobleza búlgara por recelar a que además se propagara a Bizancio. Miguel VIII halló un aspirante a la corona búlgara de Iván, hijo de Mitso Asen, que residía en territorio bizantino. Iván contrajo matrimonio con la hija de Miguel y se coronó soberano de Bulgaria con el apodo de Iván Asen III. Los bizantinos mandaron emisarios a Tarnovo para persuadir a la reina María a dejar la corona, en tanto que las tropas bizantinas iban hacía al norte.

Lo que continuó ha sido un desconcierto para los bizantinos. María inició conversaciones con Ivailo y le propuso matrimonio y el reinado búlgaro. Los escritores bizantinos la culparon de olvidar su ética por su esposo fallecido, aunque su resolución fue fomentada por la aversión hacia su tío Miguel VIII, igual que el afán de sostenerse en el mando. De primero quiso regir ella, aunque luego aceptó que repartiría el poder con Ivailo, con el requisito de que se avalase la legalidad de su hijo Miguel como su sólo heredero. De otra parte Ivailo se manifestó remiso a alcanzar un convenio, diciendo que María le ofrecía lo que no tardaría en conquistar con la lucha. El miedo más grande de este pacto era opuesto a la intención comunal de la rebelión, y se percibiría como una deslealtad por sus admiradores. No obstante, al final Ivailo transigió "por el sosiego y el interés de no usar la violencia en un enfrentamiento interno".

Reconocimiento de Ivailo y campañas contra los bizantinos y mongoles: En el estío de 1278 Ivailo llegó exultante a la ciudad y aceptó la enseña del imperio. Bulgaria ha sido reunificada con la regencia del zar, aunque las dificultades del estado ni mucho menos estaban solucionados. El soberano bizantino siguió con sus tentativas de deponer a Ivailo y mandó tropas con el afamado líder Miguel Glava, que fue vencido en sus dos tentativas por los búlgaros. A la vez, indujo a los mongoles de ocupar Bulgaria por el norte. Además en la capitalidad la posición era oscura, Ivailo no logró la ayuda de la aristocracia y, a cada poco tenía una riña con su mujer.

 CONTINUARÁ


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