Contabilidad en que puedo servirle...

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Nunca pensé que trabajar de nuevo me trajera eso que tanto disfrutaba pero que prometí no volver a hacer…

Desde que me case eh vivido en un matrimonio muy fiel y bastante lleno de placeres. Desde estar junto a mi esposa platicando hasta hacer el amor toda la noche sin dormir.

Después de seis meses de no trabajar por fin era mi primer día como auxiliar de contador en un hotel de la ciudad de México.  Desde que llegué, mis compañeros de trabajo me recibieron con mucho cariño y me hicieron sentir como un amigo más que como un compañero mas. En especial ella. Una persona que desde el abrazo de bienvenida me hizo sentir un hormigueo en la espalda y me atravesaba como una espada hasta el pecho.

Que puedo decir de ella… muy guapa con un cuerpo hermoso que a pesar del uniforme horrible de oficinista de los años treinta dejaba ver un trasero muy bien formado, 12 años más grande que yo y aunque a mis 26 he vivido muy buenas y muy variadas experiencias. Todas fueron antes de casarme y me prometí a mi mismo que sería lo más derecho posible con mi esposa pero no sabía que estaba frente a una situación que me estremecería como nunca antes.

Cada día yo bajaba a saludarla y a darle su besito de buenos días. Al principio me saludaba de manera muy educada pero en el cuarto día note que su beso de buenos días se iba alejando de mi mejilla y se acercaba a mi boca, para la tarde en el beso de despedida ya al besarla tocaba el 85% de su boca y entonces me dispuse a plantearle algo de una vez..

Uhhh que rico beso… pero con la boca cerrada no me sabe. Ella solo sonrió con esa mirada tan descarada y llena de ganas de hacer cosas calientes. Pero no me dijo nada más y me fui a mi casa.

El viernes, día en que salimos dos horas antes, no quise saludarla en la mañana porque debo confesar que no sabía si le tenía un poco de pena o tal vez estaba desconcertado de que no me dijera palabra alguna el día anterior. Pero estaba pensando en cómo quisiera tirarla en su escritorio y de una buena vez quitármela de la cabeza.

Entonces sonó el teléfono… contabilidad buenas tardes??? Que no te vas a venir a despedir de mi hoy? Que te hice que hoy no me diste los buenos días? Será que me desprecias o tal vez el niñito me tiene miedo??

Colgué inmediatamente el teléfono y baje a su oficina, camino a ella se me iba empezando erectar lo que llevaba para ella, pase los escritorios de las chicas que hacían sus prácticas profesionales y solo les dije hola a todas muy rápido. Me pare en la puerta y le dije…

Miedo yo? Por favor… vengo a desearte un lindo fin de semana. Muy bien pasa me dijo sonriendo. Entre, deje que se parara de su silla y entonces la tome de la cintura y le arrime mi erección a lo que ella no pudo dejar salir un pequeño pero sincero gemido. Le di un beso en la boca sin ser tan largo me pegue todavía más.

Todo el día estaba pensando en maneras para darte todo esto y mira nada mas como me pongo… si supieras que también yo quería hacerte lo mismo?

Cerré su oficina, y la abrase, con frenetismo la comencé a besar y a agarrarle el trasero que todo el día imaginaba. Ella con maestría me desabotono el saco y la camisa. Mientras que yo me desabrochaba el cinturón ella se desabotono esa blusita blanca que de por si dejaba ver el color de su sostén. Ella me recorrió el bóxer u saco mi verga que ya estaba más que dura…

Que delicia. Me dijo con la voz muy agitada yo que mas podía decir si el hecho de que pudieran tocar la puerta me tenis más que caliente y excitado solo le dije es tuya para lo que quieras. Enseguida se flexiono y comenzó a succionarla con la mano izquierda masajeaba mis huevos y con la derecha me agarraba el trasero. Sinceramente no sabía cómo su boca podía sentirse tan rica. Tome su nuca con ambas manos y  la pegue para que todo mi pene entrara a su boca y sentir más placer todavía que el que de por si me estaba proporcionando.

Se levanto y solamente se recorrió la falda a manera de cinturón para lo cual yo me incline y baje rápida pero delicadamente su pantaletita que combinaba a perfección con su sostén. Solo pude chuparle unos segundos esa hermosa vagina porque, de inmediato me jalo y se sentó en su escritorio abriendo ese par de piernas pidiéndome que la penetrara rápido que ya quería sentir mi verga adentro suyo. Sin más se la introduje, no podía estar más mojada, con tan solo unos movimientos sentí como ella me empapo los muslos. Solo pude acariciarle las tetas bajo su bra y fuertemente la cogía sin hacer ruido al golpearla.

Me voy a venir mi amor me dijo. Entonces la cogí con más fuerza, su respiración se entrecortaba y me jalo de los hombros, me mordió en el brazo y sucedió lo que tanto esperaba hacerle.

Vete a le verga no mames me hiciste venir bien rico. Baje mi ritmo y solo la resbalaba una vez cada 4 o 5 segundos en lo que se reponía. Ahora quiero que te vengas tú, está bien le dije pero voltéate. Me obedeció dejo que viera ese culo que todo el día me estaba dando vueltas en la cabeza, la penetre y la cogía fuerte pero procuraba hacerlo lento para no hacer ruido, la tome por el cuello y le pregunte si quería mi leche adentro o afuera. Adentro, vente adentro me dijo. Entonces la apreté un poco del cuello y finalmente me vine especularmente dentro de ella. Nos faltaron kleenex para limpiarnos ya que quedamos muy empapados.

Actualmente seguimos dándonos en cerrones pero ese, el primero fue el mejor.


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