Ay esa amiga de mi esposa

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Desde que empecé a vivir con mi esposa nos han visitado sus amigas que no son muchas de hecho son solo cuatro, pero hay una en especial. Liliana, que iba muy seguido a visitar a su amiga y tomarse un café o en ocasiones una cervecita. Francamente yo al principio me mostraba cortante para evitar muchos malos entendidos, pero mi esposa me dijo que no fuera mala onda con ella y que fuera más amable con sus amistades que no perdía nada. Entonces hubo un viernes en el que Liliana llego ya oscureciendo a la casa con un vestidito exquisito de tela satinada muy elegante, con un escote perfecto que dejaba notar los hermosos y bien formaditos pechos. También unos zapatos cuyo tacón pronunciaba sus piernas y resaltaba la curva deliciosa de su culo.

Pues llego y saludo a mi esposa y a mí. Después de una cerveza nos dijo que un amigo la había invitado a un bar donde podían bailar y nos invito también a nosotros. Después de un rato decidimos arreglarnos para acompañarla, fuimos bailamos y vimos que el mencionado amigo bailaba con ella muy pegadito. Nosotros pensamos que se irían juntos pero luego de un rato el se fue.

Bailé con las dos y al calor de los tragos creo que abrazaba de igual manera a ambas. Después de una media hora a mi esposa se le subieron los tragos y se le metió lo caliente y me dijo… ya vámonos porque quiero que me cojas en la casa. Para lo cual respondí que sí.

Hablo con su amiga para avisarle que ya nos teníamos que ir que luego la veíamos pero ella nos dijo que por favor le diéramos posada porque también estaba un poco mareada y no iba a manejar hasta su casa. Por lo tanto se salió del bar junto con nosotros y como no estaba lejos caminamos hasta la casa. Como en la casa hay una sala grande le acondicionamos los sillones para que se quedara y le deseamos buenas noches.

Mi esposa me aventó con furia a la cama y se desvistió con tal fiereza que el solo verla me éxito mucho se subió sobre mí y me desvistió me cogió con muchas ganas hasta que terminamos y nos quedamos abrazados, como ella estaba más ebria que yo se quedo dormida. Yo me levante en calzoncillos y fui a la cocina a tomar un poco de agua.

Abrí el refrigerador y al cerrar la puerta esta ella… con ese vestido que la hacía ver tan bien y me susurro… te quedaste con ganas de mas o ya estas cansado? Mientras se subía el vestido con las manos hasta dejar ver su ropa interior. Pues con las ganas que te tengo si quieres te doy gusto también a ti, le dije mientras me frotaba el miembro sobre el bóxer. Ella se acerco y me metió la mano dentro del bóxer y mi miembro como por arte de magia despertó con más fuerza, la comencé a besar y le subí de un golpe el vestido y ella solo tuvo que levantar las manos para que saliera tan suave y fácil como cuando te quitas un gorro guango. No tenia sostén y sus perfectos pechos estaban tan formados y sus pezones tan erectos que de solo verlos me hicieron volverme loco, sin perder tiempo se los chupe mientras ella masajeaba mi pene y lo masturbaba tan rico que yo ya quería venirme en su cara.

Con furia se recogió el cabello, y se puso de rodillas para chupármela. Espera le dije, se la acabo de meter por el culo a ella. Tú crees que me importa? Me respondió con la cara llena de excitación. Ahorita tu me la metes en el culo para que estemos iguales bromeaba mientras me besaba el abdomen, y comenzó a succionarla con frenesí como si de ello dependiera su vida. La agarre y la acosté en el sillón, le quite la tanga que estaba ya súper empapada, le empecé a besar las piernas y fui acercándome a su sexo depilado y tan suave que de solo recordarlo se me vuelve a parar. Dámelo ya!!! Me exigió mientras su respiración y la mía estaban más que agitadas, se la introduje y la sentí tan caliente que pensé que no era normal. Pero después de que se la empujaba me ponía igual de caliente yo también. Le chupaba las tetas mientras se la empujaba con más fuerza cada vez en eso me dijo que se quería voltear, a lo que yo pronto accedí ya que estaba a punto de venirme.

Se puso en cuatro u me dejo ver su culo tan delicado y delicioso que de solo verlo sentí que quería chupárselo, y así lo hice. Pero después de unas cinco chupaditas me dijo que ya se la metiera que lo quería todo adentro. Entonces tome mi verga y sin piedad y de un solo movimiento se la metí toda, ella no pudo contener ese suspiro tan cargado de excitación que hasta me motivo a hacérselo más fuerte. Lo continué empujando y ella empezó a rasguñar y apretar un cojín del sillón, me voy a venir!!!  No mames me vengo!!! Sigue, no pares, sigue así de fuerte!!!... el solo oírla decir eso me éxito tanto que yo también empecé a sentir que quería terminar. Me voy a venir!!! Le dije susurrado y con la pasión desbordando. Nuestros suspiros estaban casi sincronizados y ambos terminamos sudando y con la boca seca.

Ahora ve y dile a ella que te la chupe me dijo… la verdad no sé si hice bien porque esto puede tener consecuencias le dije temeroso. Yo no diré nada si me prometes repetirlo otras cuantas veces.

 


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