NO QUIERO QUE VUELVA.

Gotas de sudor en mi pecho. Un ligero cosquilleo en el estómago que me invita a pasar unos días entre la tristeza, la melancolía y el recuerdo. Lo abrazo. Lo abrazo desde lo más profundo de mi alma. Quizá porque sepa que es parte de la vida; que el día no existiría sin la noche; la sonrisa, sin las lágrimas. Lo abrazo para aprender, para conocerme y reconocerme cada mañana, cuando aun mi mundo más subconsciente sigue en mi cabeza y voy a abrazarme al espejo, a verme, a saber quién soy; a saber que estoy.

Lo abrazo; mando una postal sin remitente. Lo abrazo ahora, pero no quiero que vuelva.

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¡Muchísimas gracias por leerlo!

Os invito a pasar por mi Instagram (vega2lucia) o mi Facebook (Lucía Vega Vega) para ver una nueva foto de yoga publicada hoy mismo con un pequeño texto de este mismo fragmento.

¡Nos vemos el viernes! Un saludo, feliz día y LUZ, mucha LUZ.