Cartas de un amor a la antigua Ii

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
1511 visitas

Marcar como relato favorito

CUARTA CARTA…

 

MI AMADA  VENUS...

 

Ahora sé que su voz no estaba en el murmullo de la madrugada fría cuando transitaba solo por las calles, sé que no era su perfume el que los jazmines despedían al estar contemplando la noche, que el rocío frió de la mañana no era el soplo de su aliento, que las risas de los arboles no eran el eco de su inconfundible tono de su respiración, que el agua que corre por el río no llevaba mis lamentos desde donde estaba hasta el costado de su ventana.

 

Pero por vez primera, siento la certeza de que lo será, me voy a quitar esta incertidumbre agonizante y dejare de lado mi maldita miseria, para que mi corazón resuelva darse por completo, que mi cuerpo y mi alma sean suyos a voluntad. Y entonces la madrugada tendrá un radiante esplendor, y serán sus pasos y los míos los que sonaran acompañados, los que caminaran las calles frías tomadas de la mano, besándonos con deseo en cada oscuro rincón. Los jazmines sentirán vergüenza cuando su fragancia pase junto a ellos y me reiré porque ese aroma será consumido por mi olfato para que su esencia jamás se valla de mi. Que el roció de la madrugada nos moje juntos y nos refresque las ganas de amarnos y poseernos, mas sus intentos serán en vano porque el calor de nuestros cuerpos no será apagado ni con el rocío ni con la nieve. Ni los arboles ni el rio se burlaran mas de mis aspiraciones, ellos verán que usted me pertenece y yo soy suyo completamente, desde los pies hasta el último de mis cabellos.

 

Porque suyos son mis sueños y mis fantasías, mi cuerpo y mi alma, mi esencia y mi ser, y usted es quien motiva que todo tenga sentido, usted es la razón para yo seguir respirando.

 

Completamente suyo:

L.D.M.

 

ULTIMA RESPUESTA…

Amado mío 

Debo dejarte saber que tu última carta me ha sido confiscada, mi padre se ha atrevido a revisar mi correspondencia, ahora mismo está planeando enviarme lejos por un largo tiempo. 
No permitas que eso suceda, te amo tanto que desobedecería cualquier mandato de mi padre. Espero que nuestro amor sea fuerte y suficiente para nosotros. 
Muero por estar a tu lado, por caminar de la mano recorriendo el jardín, por amarnos libremente...
Hoy mismo por la noche escaparé de casa, te esperaré a orillas del río dónde nos hemos visto la primera vez.
Ruego infinitamente al cielo porque mi padre no me siga, y para que tú y yo estemos lo suficientemente lejos de aquí al amanecer. 

La que siempre te amará
Venus


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed