El Trono

La puja por el trono ha generado conflictos familiares desde el principio de los tiempos. Padres contra hijos, hermanos que desconocen sus lazos en pos de ese lugar tan ansiado. Se tejen planes elaborados, se establecen estrategias, hasta se logran alianzas entre pretendientes al trono, que luego no tendrán mayor afinidad en la vida posterior al logro. En estas uniones conspirativas se observa la traición entre los mismos cómplices. El ajeno despierto puede aprovechar la disputa interna y tomar el trono sin que nadie lo espere. El orden, el respeto y la jerarquía se ven disueltos a la hora del poder.

Por ello, es digno de un patriarca sabio construir la casa con un mínimo de dos baños.