LA ENTREGA

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
2191 visitas

Marcar como relato favorito

CONTINUACIÓN..................

Abordamos un taxi.... si, finalmente lo conseguimos luego de varios minutos de intentar.

Condujo despacio hasta un pequeño motel de paso, el único abierto en ese sector de la ciudad. Tomó mi mano y la entrelazó con la suya, al tiempo que sus ojos me miraban con un gesto de "Tranquila, no te pasará nada", besó mi frente, sonrió dulcemente.

El taxi entró hasta un pequeño garaje que estaba contiguo a una habitación. Realmente mi corazón quería salir del pecho, parecía una virgen, inexperta, nerviosa, ingenua;como si todo hubiera sido nuevo para mí. 

Entramos rápidamente, el taxi salió. Procedió a abrir la puerta; el lugar era modesto, estaba bien acondicionado, la luz era tenue y había música de fondo.

No me dijo absolutamente nada, me colocó frente a él y comenzó a besarme a mas no poder; colocó sus manos alrededor de mi cintura, me besaba con una fuerza que me derretía en sus brazos, poco a poco buscó la manera de subir lentamente con sus caricias bajo mi camiseta, las deslizó a la altura del brasier, lo desabrochó como todo un experto. Mientras continuaba con sus besos, mas abajo de mi boca, rozando mi cuello, haciendo erizar mi piel.

Me sentía intimidada, vulnerable, dócil; sin embargo también conocía que cosas lo volverían loco, no en vano había vivido muchas noches de pasión durante algunos años; lo besé dulcemente, luego empecé con mis manos a bajar el zipper de su pantalón, a acariciarlo por completo sobre la ropa interior, a subir mis manos por su pecho y desnudarlo por completo; con los ojos cerrados entre besos y caricias que bailaban sobre nuestra piel, entre suspiros, entre sollozos, con el corazón palpitando tan fuerte que al acercar mi cabeza a su pecho lo podía escuchar sin dificultad.

No paramos ni por un instante, me condujo así, de esa forma hacia la cama, nos tumbamos sobre ella, al tiempo que terminábamos de desvertirnos. El color canela de su piel desnuda me enloqueció, lo veía contemplar mi cuerpo con los ojos llenos de deseo, incluso de cierta lujuria. Siguió besándome, cada beso que depositó en mi cuerpo me hacía estremecer, besó cada centímetro en mí, no hubo lugar donde no dejara una marca con sus labios.

Luego hice lo mismo, parecía que al besarlo y morder suavemente cada parte de su piel lo doblegaban por completa y me daba total control a mí. Me pedía que lo hiciera nuevamente. El juego duró varios minutos.

Todo fue tan perfecto, en el momento y la hora indicada, cuando y como debía ser, para mí la mejor entrega en mucho tiempo; no sé que pensaría él. Pero lo sentí tan mío  y yo ya era suya desde el principio; todo absolutamente todo duró lo suficiente para convencernos que estabamos con la persona correcta, que este amor no se acabaría tan facilmente, que debíamos continuar juntos, al tiempo que todo terminaba lentamente se dejaba caer sobre mi pecho, mientras yo suavemente arañaba su espalda y besaba su cuello no pudo ser mejor; jadeantes ambos nos quedamos mirando profundamente , nuestra frentes  quedaron una contra la otra y cerramos los ojos finalmente para disfrutar por completo de ese mágico encuentro, de ese final perfecto.

Estuvimos sin hablar un momento, al fin empezamos a sonreír, nos quedamos abrazados cada uno pensando por separado en todo esto que había pasado.

Acariciaba mi cabello y besó muchas veces mi frente. Me dijo que yo era todo para él, que no pudo haber sido mejor, que no quería que lo nuestro terminara nunca. Que extraño que al cabo de un mes todas esas emociones se encerraran en nuestros corazones y sintieramos como si tuvieramos toda una vida de conocernos y un gran miedo de perdernos.

Empezamos a vestirnos, sin el mismo deseo de hace rato, pero con una emoción que hacía brillar nuestros ojos, me acerqué a abrazarlo, me sujetó fuertemente y luego me levantó sobre sí, presioné mis piernas al rededor de sus caderas y nos volvimos a besar, amaba sus ojos, su rostro, me tenía completamente enamorada, ahora lo sabía y ya no quería negarlo.

Salimos de ahí ese sitio y nos dirigimos hacia mi casa, el taxi nos dejó varias cuadras atras para no dar lugar a comentarios cuando me dejara ahí, nos bajamos y empezamos a andar a pie hasta que llegamos por fin. Se despidió de mi con un beso en la mejilla, y una gran alegría, prometiendo volver a vernos al día siguiente.

Llegué a casa y no oí siquiera los regaños de mi madre por demorarme en volver, mi felicidad era demasiada y nada arruinaría ese momento. Abrí mi red social y ya estaba deseándome buenas noches, conversamos un momento, me dijo todo lo que siempre quice oir, que ahora lo nuestro era más serio de lo creíamos, que estaríamos juntos, que lo volví loco por completo y valía la pena luchar por mí; que no me dejaría nunca porque era la mujer que siempre quiso.

Que ilusiones se forjaron en mi mente, que pensamientos de una vida juntos, que ganas de no dejarlo ir así nunca más; que tonta en haber desperdiciado muchos años con alguien que no era lo suficientemente bueno como él...

Pero que lejos estaba de comprender mi realidad, de que todo mi pequeño paraíso se desvaneciera, de perderme por completo entre lágrimas y soledad, aún así en ese momento todo me resultaba maravilloso y realmente estaba segura que esta vez si funcionaría.........

CONTINUARÁ..............................


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed