Miradas que hablan

Esperar dos años para que solo te atrevas a mirar, si tus labios hablaran lo que tus ojos dicen.

La primera noche, entre la multitud de la fiesta, sentí como alguien me miraba, giré lentamente y ahí estabas tú, sonriente, deleitado, extasiado. Al ver que te miraba, no evitaste mi mirada, levantaste las cejas, y profundizaste en mis ojos, me desnudaste el alma, deseando mi cuerpo, sentí tu deseo, tu pasión, pero como siempre, no pudo ser.

Segunda noche, cenando en tu casa, lucho para que nuestras miradas no se encuentren, ¿sabes el daño que me hacen?. Te sentaste frente a mí, siempre dominando la situación, al ver que mi mirada no se encuentra con la tuya, haces sonidos con toques de atención. Se que son para mí, no me queda otra que levantar la cabeza y ahí están ellos, tus ojos, diciendo, hablando a los mios. Mi corazón palpita, mi alma se debilita.

Tercer día, día de mi despedida, no quiero, no quiero que me mires más, evito encontrarme con tus ojos. Hablo con todos, me despido de todos, a ti te ignoro. Nadie tiene que notar lo que siento, me visualizas y pasas delante de mí, te paras segundos, los cuales son eternos, nuestros ojos se vuelven a encontrar, dolor, sufrimiento, llanto silencioso, lo dices todo y no mueves tus labios. CHILLA, GRITA A TU EGO, di que también te desesperas, que me anhelas que me deseas...