Que los bares sirvan copas de cianuro

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Andando por la maleza gris, encontré el cuerpo y un calvario

Cuánta rareza en la Ciudad, cuántos cuerpos enterrados.

En estas noches, que se comen el bronce de los balcones

Nublan la vista, a los que de los bares salen

y de los panteones

Y sufren de caspa, las calaveras

Al bailar al ritmo de las Santaneras

Hasta que el verdugo menea su mazo de cristal

Y lo estrella en el cuello del algún animal

Que se ganó una calavera, por una mujer y su detrás.

Andando por la maleza gris, encontré tacones altos y un barniz

Que cepillaba, desnudo su cuerpo, las uñas pegadas de un compañero

Que sale a la calle, a hacerse de tiempo, en una esquina postrado

Con hambre y sin miedo.

Porque en estas noches, que se comen el dorado de las lámparas

Susurran los niños enamorados en sus sueños

A una princesa que denuesta sus clemencias, preludiando su vida

Condenada, desde entonces, a su propia ausencia

A vivir del ego y de la apariencia.

Y en estas noches

Se esconden en su aposento los buenos, entre oraciones y rezos

Al alzarse la luna, tiemblan los huesos de todos ellos

Y salen de sus cuevas los diablos y los cobardes

A empaparse de ardiente agua el descomedido deseo

En llamas, en sombra y en desenfreno

Y forman su canto sin pensar si mañana habrá otro

Comiendo de sobra sus medicamentos, amenazan al sol si sale de nuevo

Vampiros mortales con  vicios eternos, amedrentando fuerzas sin comprenderlo

Antes mataron uno, en la esquina de mi casa

Tenía las manos apretadas y la quijada arrancada

Jalando aire fui creciendo  y en cada respiro lo miraba.

Deseo que se acaben, Dios, estas noches brutales

Con la violencia de un desamor y un entierro

Que desuellen las calles de la tierra oculta

Que se traguen las ramas a los autos y a las iglesias

Que los vientos de tu soplo  demuelan los rascacielos implacables

Que las aves asesinen a los feligreses hipócritas

Que la tierra cimbre debajo de la plaza principal

Que una lluvia lave la sangre, y encierre a todos en sus bares

Que los bares sirvan copas de cianuro.

Que se acabe la maleza gris

Que regresen los buenos tiempos.


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