Disculpe mi puntualidad, soy su muerte II

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Los sabios ancestrales y la contemporánea mecánica cuántica coinciden en observar que cualquier elemento real no adquiere la categoría de cierto si no es compartido. Por ello mismo, cualquier elemento falso es considerado cierto si se consigue que sea mayoritariamente compartido.

Desde ese marco pues, continúo relatando una vivencia real que sin ustedes -sin sus consciencias- seguirá siendo falso.

En el relato anterior, describí como apareció ante mí una forma, una silueta que aunque no fué antes por mí vista, me resultó familiar. También hice mención en como mi mente intentó articular un relato coherente ante lo singular, inesperada e inconcebible situación, suponiendo en primer término que aún dormía y que aquello formaba parte de lo onírico, pasando, después de entender que estaba despierto, a sentir un pánico inmobilizante que duró todo lo que duró su silencio. Tras su frase en tono de voz amable, sereno y casi paternal "disculpa mi puntualidad, me presento soy su muerte" el miedo desapareció y desarmada mi mente en cuanto a jucios, valoraciones, especulaciones y cualquier tipo de soliloquio, pasé a un estado de silencio, atención y alerta que bien podría encuadrarse bajo el término anglosajón de Mindfulness.

¿Eres real?

Lo soy

¿ Me vas a matar ahora?

La muerte no mata, yo sólo soy un testigo de un fin de ciclo de vida. ¿Entiendes?

Mi mente, siempre inquieta, creadora del ego y por ende reacia a la observación silenciosa, imparcial, ecuánime y cabal de la realidad me bombardeó con cuestiones del tipo ¿voy a morir? ¿por qué yo? ¿si escapo, me seguirá? ¿es ésto un castigo? ¿si está hablando conmigo, es posible negociar? ¿se quedará todo en una advertencia?

Creo que si entiendo, respondí. Cuando la vida acaba tu apaceces y no al revés.

Exacto.

¿Hablas con todo el mundo momentos antes de morir?

No. El marco de creencias determina no sólo la posibilidad de comunicación sino la idoneidad y calidad de la misma. Casi siempre es mejor hablar del agua desde dentro de la piscina, cuando el marco de creencias ya da por posible real e ineludible la existencia del agua.

Guau!!..... No me preguntes cómo ni porqué pero sabiéndo quien eres y para lo que estás aquí me resulta extraño que no sienta pavor, suponía que el día de mi muerte sería un día triste, que intentaría agarrarme a la vida y evitarte por siempre, sin embargo....

Lo sé. Te resulto familiar. Lo cierto es que aunque nunca me viste antes, estube muy cerca de tí en varias ocasiones, de hecho en no pocas fuiste tú quien me llamó. ¿cierto?

Joder!!  -exclamé para mí-  a veces, elementos aparentemente inconexos y distantes en el tiempo, de repente cobran vida de nuevo apareciendo todos a la vez en un perfecto ensamblaje cuyo fruto es el conocimiento. Lo que me decía era cierto, muchas veces -quizás demasiadas- pedí mi muerte, no por ganas de morir sino por impotencia y resistencia a la forma y manera que vivía. Pero lo que me decía implicaba dos cosas importantes: primera que la muerte me conocía, la segunda es que si me parecía "familiar" era sin duda porque cuando la evoqué, estaba sin saberlo, comunicándome con ella...

continuará

 

 

 

 

 

 


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