SERENA ( Parte 3 ).

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(Nota: Hasta ahora no he podido seguir a Serena debido a temas de estudios, pero la historia continúa).

Ahora si que tenía miedo, todo mi mundo se hacía trizas, y yo estaba tan sola...

Corrí durante horas y horas, por todas partes hasta que llegué a un punto en el que ya ni siquiera sabía donde estaba...todo era tan subrealista, la gente parecía tan malvada a esas horas de la noche que no sabía a quien recurrir...asi que divagué, divagué intentando aclarar todo lo que había pasado en mi mente, intentando sin éxito ordenar cada acontecimiento..

Por suerte, encontré un callejón solitario en el que pude acurrucarme para pasar el trago de aquella noche, aunque la verdad es que no hacía mucho frío...

Me recosté amargamente, y en cuánto lo hube hecho lloré, lloré como nunca antes lo había hecho, presa de mis miedos, de la soledad ahora que mi padre tampoco estaba a mi lado, y por primera vez en mi vida no sabía que sería de mí...

A la mañana siguiente me desperté a causa de un resplandeciente e incordioso sol, dolorida por la incómoda postura en la que había dormido, y sin saber que haría en ese día.

Para mi alegría, hurgándome en los bolsillos descubrí que tenía algo de dinero, asi que fuí a un bar a desayunar algo.

Entré, fui al servicio y me arreglé un poco, y mientras esperaba a que me sirviesen el desayuno me acomodé en una mesa.

Me giré para observar la calle tras la ventana, y ví dos hombres vestidos de negro que me observaban fijamente, con un vestuario un tanto extraño...era perturbador, pero preferí pensar que no me seguían a mí.

Desayuné y me marché de nuevo a pasear, encerrada de nuevo en mis continuos pensamientos, intentando saber que era lo que estaba pasando,caminando y caminando, mientras las horas pasaban despacio, muy lentamente...

Finalmente me senté en el columpio de un parque, a ver el atardecer...la verdad es que estaba muerta de hambre y de sueño, y por otra parte no se donde podría pasar la noche hoy...pero al volver a girarme de nuevo para poder ver la puesta de sol, allí estaban de nuevo esos dos hombres, mirándome fijamente...uno era más bajito y delgado, mientras el otro era alto y fuerte...la cara no se les disntinguía demasiado bien a causa de las gafas y una especie de extraños sombreros.

Ahora si estaba asustada, me levanté y me acerqué a una señora:

-Por favor, ayúdeme, esos dos hombres me persiguen-. La señora miró varias veces en la dirección que yo le señalaba, y me respondió atónita: 

-¿ De qué hombres me hablas cielo?-. Volví a mirar, y estaban allí, de frente a nosotras dos, mirándonos: 

-Aquellos dos hombres, ¿Acaso no los ve? Son esos, los dos hombres vestidos de negro-. La pobre señora volvió a mirar, bastante aturdida, y me puso una mano en la frente diciéndome:

-¿Te encuentras bien?-. A lo que yo respondí con un hilito de voz:

-No, no me encuentro bien con dos hombres persiguiéndome-.La señora me observaba bastante preocupada-.

-Ahí no hay nadie querida-. 

¿Qué? Me volví a girar, y allí seguían...observé a la señora, y le pedí que se acercase para verles mejor, y pasó delante, al lado y por detrás de ellos varias veces y no les vió...

Negando inutilmente con la cabeza y desesperada, corrí, corrí de nuevo lejos,sola y aturdida...

Aquella noche me senté cerca de un lago que solía frecuentar algunas veces, bastante asustada...y por dios mío, allí estaban otra vez.

Esta vez, cuando me levanté, comenzaron a acercarse hacia mí rápidamente, asi que no lo dudé, me eché a correr como pude de allí, al tiempo que ellos hacían lo mismo:

-¡Socorro, por favor! ¡Socorro!-. Estaba muerta del miedo, y lo peor de todo era ver como la gente me miraba como si estuviese loca...

No se como pero acabé en otro callejón, solo que este no tenía salida, y pensé que aquel sería mi fin...ya está, de esta no salgo...

Llegaron los dos hombres, sonrientes y terroríficos, y se quitaron las gafas. No tenían ojos, al igual que papá...

-¿¡Qué es lo que quereis?! ¿¡Eh?!-. 

Cuando tuve a uno lo suficientemente cerca, intenté sin éxito propinarle un puñetazo, pero me golpeó tan fuertemente que caí inconsciente, y tras eso, todo en mi mundo oscureció...

CONTINUARÁ.

 


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