Muerte en el río

Hay notícias que pueden sacar del anonimato a un pueblo, un pueblo perdido y tranquilo.

Esto pasó el día que encontraron en el rio a Laura, nuestro minusculo pueblo salió en los todos los teledarios de la tele y la rádio. Vinieron los periodistas, los curiosos y muchos policías.

Todo el mundo quería volver a la normalidad, volver a ser olvidados y seguir con la rutina diaria. Que ingenuos eran, no sabian lo que estaba por venir.

Yo tenía catorce años, iva al colégio. Aquel miercoles salimos para ir a comer a casa y al pasar por el puente, había un grupo de vecinos alado del rio, Javi y yo bajamos para saber que pasaba. Vimos que habían puesto una sábana encima de un cuerpo a la orilla del río. Cuando vino la guardia civil, vieron el cadaver y pude ver sin quererlo una chica, no la conocia tenía el pelo suelto largo, parecía una hermosa sirena cansada de esconderse. Nos hecharon de allí, nádie parecía conocerla. Más tarde, ya en casa supimos que era Laura. 

Laura siempre peinaba un moño o coleta, era algo corpulenta, algo bruta, fuerte, trabajaba en la panadería, tenía veinticinco años. El pelo suelto había despistado a todos. Yo diría que la muerte la habìa dulcificado, esaltado su belleza rolliza. Nadie dirìa al recordarla como guapa, más bién con cara de pocos amigos. Pero en el río nádie la reconoció, salvo por la ropa. La muerte la había concedido la belleza que no tubo en la vida. La pobre Laura había muerto de varios golpes en la cabeza. Por un momento se pensó en el suicidio pero al saber que había un asesino en el pueblo llegó el caos, el miedo,ventanas cerradas, puertas cerradas, luces encendidas, perros fuera, se nos sacó de la inocencia que habiamos vivido...