CORTO RELATOS DE MI VIDA: LA VISITA DE MATIAS.

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Hace casi dos meses que fuimos a la finca de los GREGG, Julio salió hoy de viaje y regresa hasta el lunes, hice arreglos para que mi madre se lleve a los niños el fin de semana, claro que de esto Julio no sabe nada, hable con Matías, asi es como se llama el mayordomo de los GREGG, el vendrá hoy por la noche y yo estoy esperándolo con ansias.           

15/10/1978.

Hoy me he levantado completamente satisfecha, ayer mi madre se llevó a los niños y quede sola en la casa, a que descansada me siento, estoy escribiendo sin hacer ruido ya que Matías duerme profundamente, ayer por la noche fue lo mejor desde hace tiempo, después que mamá se llevó a los niños, yo preparé todo en casa, a eso de las 7pm tocaron a la puerta, era Matías, abrí y el me abrazó y me dio un beso enorme, yo me subí en él, con el pie cerró la puerta y dijo al fin, yo lo besaba y metía mi lengua en su boca, de pronto preguntó, donde esta tu cuarto, yo le señale arriba, entonces me llevo cargada hasta mi cuarto entramos y dijo: aquí es donde te posee tu marido? Si le conteste, bien dijo, ahora aquí es donde yo te poseeré, me puso sobre la cama y cerró la puerta, yo tenía puesto un vestido pero sin nada abajo, estaba preparada para él, yo estaba parada en la cama y el me sacó el vestido, empezó a lamer mis senos, después a chuparlos, como jalaba y mordía mis pezones, que rico se sentía, al mismo tiempo se iba quitando la ropa, ya quería esa enorme polla dentro de mi, al fin ya desnudos los dos, me acosté boca arriba y él se hecho sobre mi, empezó a besarme la boca, después bajo a mi vientre, después abrió mis piernas y empezó a meter su lengua gigante en mi vagina, sentía esa gran lengua entrando y saliendo de mi, chupándome todo, como no había tenido sexo durante un tiempo me sentía muy excitada, así que lubricaba fácilmente, ese hombre sabia chupar conchas, orgasmo tras orgasmo, era la gloria, asi paso mas abajo y comenzó a lamerme el ano, me volteo y yo con mis manos abrí mis nalgas, aaah que lengua, de tanto lamer mi ano tuve otro orgasmo, de pronto dijo ahora te la voy a meter, pero yo le dije, por la concha lo que quieras pero por mi anito nada, estoy recién operada de allí, y el doctor dijo que no puedo tener relaciones anales por lo menos en un año, claro que eso era mentira pero se la creyó, así que no tuvo mas remedio que darme por la panocha, me volteó otra vez y puse mis piernas sobre sus hombros, él feliz, metió su gran trozo de carne dentro de mí, a que rico, me dolía un poco pero me gustaba, empezó a meterme todo, ahora sin lastima, yo pujaba y pujaba, hasta gritaba pero el no se detenía, en un momento comenzó a hacerlo mas y mas rápido, como un taladro, estaba fascinada, no se como hacia eso pero era realmente delicioso, me hacia venirme cada 2 minutos, yo tiraba liquido por todas partes, manché toda la colcha de mi cama, estábamos prácticamente nadando en jugo vaginal, el no paraba para nada, seguía y seguía perforándome, yo solo lo miraba y el me tenia agarrada por los senos, apretándolos y sobándolos mientras me seguía penetrando, al fin se vino dentro de mi, pero ahora ya no importaba nada, cayo a la par mía, yo me puse arriba de él y le dije: ahora es mi turno de montarte, tome su pija erecta aún y me la metí en la concha, ya arriba me agarre de la cabecera de la cama y empecé a montar aquel garañón, ahora podía experimentar lo que sentían las yeguas, yo me movía para arriba y abajo a los lados, hacia círculos en su pija, bajaba lo mas que podía en su pija y el gemía, sentía como me topaba la polla adentro de mi, pero yo seguía haciendo mas movimientos, el me tenía tomada de las tetas, y las agarraba fuertemente, me pellizcaba los pezones y eso me encendía como fuego, entonces lo castigaba haciendo mis movimientos cada vez más rápidos, llego al punto en que me dijo, me vengo, me vengo, entonces me quité rápido de encima, tomé su pija y la metí en mi boca, empecé a succionar y a succionar, hasta que por fin hice gritar al desgraciado y descargó toda su carga de leche dentro de mi boca, era increíble cuanta leche podía eyacular aquel hombre, casi llenó mi boca con su semen, yo golosa lo tragué de inmediato, pero aún no estaba satisfecha, le dije: hazme acabar pero con tu pija, entonces me contestó súbete otra vez, seguro le dije, si dijo, verás que no te voy a fallar, así le toque la polla y cierto aún estaba rígida, sin pensarlo dos veces me volví a subir y volví a hacer todo otra vez, así estuvimos por unos 10 minutos  cuando empecé a venirme,  lo raro fue que ahora en vez de sacar líquido, empecé a derramar por mi vagina una cosa como leche condensada pero muy muy concentrada, era algo blanco y pastoso, nunca me había pasado algo así,  le pregunté a él si eso era bueno y el dijo que nunca había visto algo así, me levanté de la cama y él también nos metimos a bañar los dos, en el baño, me enjabonó, me limpió, metía sus dedos enormes en mi cocha y asi la limpió, limpió mis pechos y después yo le limpié bien su pene, claro no podía dejar pasar la oportunidad de chuparlo un poco, después salimos del baño nos cambiamos y yo recogí todo aquel desastre, tuve que comprar cobijas nuevas ya que las que quedaron manchadas no pude quitarle el líquido pastoso que salió de mi vagina, quedo en ellas un olor raro, no feo sino raro, las tuve que tirar, pero todo valió la pena, quisiera que ese moreno pasara mas tiempo conmigo, no me imagino lo que me haría todas las noche si viviera conmigo.


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