Storm

Por
Enviado el , clasificado en Poesía
1046 visitas

Marcar como relato favorito

Tormenta

En ciernes, las nubes desde el poniente avanzan,

amenaza la tormenta sobre mí,

la ola de fresco perfume invade mi cuerpo

y quiero despojarme de mi ropa

sentirlo en cada centímetro de mi piel,

la brisa es suave

corretea aun entre mis manos abiertas al cielo,

quiero atrapar el momento,

es la majestuosidad de la naturaleza que se manifiesta

en su poder y hermosura,

danzaría si esa fuese la manera de alabar,

cantaría si esa fuese la forma de elogiar.

Los timbales se hacen sentir

El retumbar se hace cada vez más persistente y acompasado

La brisa deja que el viento se enseñoree entre los árboles

Allí está

Es la primera, la segunda gota,

me moja, me empapa

Allí está, es la tormenta que llega

Es un dulce canto, es un coro del averno, son luces que bajan a la tierra

Es el fuego de mi alma que estalla

Es la tierra que se estremece, bajo el retumbar de los timbales celestes

El cielo baja y se pone a mi altura

Los ojos mismos de la furia me miran, me observan, me buscan,

están estudiando mis flaquezas, buscan mis miedos

El cielo se ha cerrado, el agua cae lastimando mi piel

Los jirones de mis ropas se deshacen entre los huracanados aires que todo lo acorrala.

Que todo lo arrasa

Las ramas de los árboles se retuercen,

Me envuelven, me abrazan

La furia ha sacado sus violines y en un enloquecido concierto, me danza, seduciéndome,

Estoy de pie y mi cuerpo baila en la lluvia, la tormenta está en su juego,

mis brazos se elevan, pidiendo más

Estoy de pie y todo gira, soy el centro del huracán

La sinfonía magistral de la naturaleza me arrebata nuevamente y ya no toco tierra

Estoy en el aire

El abrazo brutal del viento, las manos amenazantes del agua,

el helado cuchillo de la lluvia, se precipitan sobre mi

Están buscando ahora mi corazón, huyo.

Huyo tapando con mis manos su botín.

No hay refugio, no hay lugar, todo es agua hiriente, todo es aire enloquecido

La misma muerte parece brincar a mí alrededor tentándome a abandonarme,

a dejarme, a entregarme.

Pero no, no mientras siga en mi mente y mis oídos la razón del porque estoy aquí

Ahora corro, busco lo que no hay, encuentro solo lo que no quiero

Ahora huyo de lo que me acorrala, de lo que desea mi sentir

La tormenta se despliega en todo su poder, busca la glorificación, busca su justificación

Sin botín deberá renunciar, sin botín será vencida

El viento desiste de lacerarme

El agua se detiene en su ataque

¿Es el fin?

Siento nuevamente los ojos escrutadores buscar

Siento a mis espaldas, su mirada inquisidora

La paz no me parece real, el cielo se ha abierto

El azul prometedor me resulta falso, desconfió, temo aún

Todo es calmo, nada se mueve

Todo parece haber pasado

……………………………………………..

Otras gotas suavemente corren por mi cuerpo extenuado

Mas gotas resbalan lamiendo mi piel, sensuales, incitadoras

Lentamente recupero mi postura, estoy erguido

Levanto la cabeza, la barba arriba

Abro mis ojos y la enfrento

Esta allí agazapada

Detrás de esos árboles, silenciosa se prepara

Hincho mi pecho, tomo aliento y coraje

Mis hombros hacia atrás y mis puños se cierran

Mis brazos se elevan, los músculos tensos, al límite

Espero, simplemente espero

Una gota gruesa, pesada me ausculta

La oigo a mi izquierda, no, a mi derecha

Ya

Ahora nuevamente sobre mi

La lluvia arremete, ataca, enfurecida, decidida a llevarse hasta el último hálito de vida,

Me inunda

El viento se presenta para unirse a la lluvia y la sinfonía repetida

El miedo me enloquece

La tormenta gana terreno

Mis rodillas tiemblan, el cuerpo flaquea

El músculo se tensa más y de alguna parte salen fuerzas

El remolino me arranca los últimos suspiros de los pulmones

 

De pronto una mano me toma el brazo

Todo retrocede

En un instante el cielo se ha abierto, solo la destrucción ha quedado como testigo

La mano sigue firme a mí

Las nubes se vuelven blancas e inocentes

Tiemblo por el esfuerzo, tiemblo por el miedo

Tu mano sigue allí, me sostiene

No quiero caer, pero las fuerzas se van

Tu mano sigue allí, no me suelta, no se va

Mi cabeza esta gacha, mi alma reconfortada

No he ganado

No he perdido

Solo apareciste tú y la historia cambio

La tormenta ha pasado


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed