Entre más lo pienso...

La tranquilidad con la que uno vive cuando nadie te atrae es una de las mejores sensaciones del mundo, ¿entonces por qué quiero arriesgarme a perder esa calma contigo?

Me he pasado un tiempo viviendo en esa paz, con nadie en mente, con nadie a quien dedicarle un par de líneas… ¿Por qué tienes cara de que acabarás con mi agradable soledad?

Entre más pienso en esto, menos me importa perder la tranquilidad. Y no debería ser así, no debería dejar que acabes con mi paz cuando ya sé cómo terminará todo esto: conmigo sintiendo más de la cuenta. Terminaré escribiendo maravillas sobre ti y sobre todo aquello que me haces sentir, te pensaré antes de dormir e imaginaré historias estúpidas contigo, soñaré contigo y en la mañana aún me va a acompañar tu imagen, mis canciones favoritas ya no serán sólo mías e incluso la canción menos romántica me recordará a ti, voy a leer un libro y pensaré en lo mucho que te gustaría estar leyéndolo también… Luego, irremediablemente, caeré en la desesperación de no poder tenerte, en la ansiedad de saber que probablemente nunca me correspondas, comenzaré a hundirme en la tristeza por los motivos más pequeños y tontos, la belleza que encontraba en cosas simples se convertirá en rencor. Y de rencor, también, se va a llenar tu recuerdo para mí. Voy a odiar todo aquello que haya conspirado para evitar lo que pudimos ser.

Ya me sé la historia y entre más lo pienso, más quiero perder la tranquilidad.