Viejos amigos. (Le fuí infiel a mi esposo).

En mi último año de preparatoria supe que sentía algo por mi amigo, un chico alto, moreno con un muy buen cuerpo, se ejercitaba todos los días, musculoso, fornido, con unas nalgas perfectas y un visible paquete, guapo en pocas palabras, siempre nos estábamos coqueteando, en ese entonces yo tenía novio así que nunca pasó del coqueteo, dejamos de vernos y perdimos contacto.

Me casé y tuve un hijo.

Yo medía 1.55mts, era delgada, pechos pequeños y de un vientre super plano, tenía muy bonitas nalgas y unas piernas muy bien torneadas, después de ser madre tenía unos pechos grandes, más llenita pero con unas nalgas bien duritas y unas piernas en mi mejor punto.

Despues de 4 años sin vernos me contactó por facebook y nos pusimos al día. Un día quedamos de vernos para tomar un café. Para mí fue muy fácil salir ya que la falta de interes de mi esposo era notable y bastó con decir que saldría con unas amigas.

Cuando lo ví era aún más guapo con una barba super cuidada, esos jeans apretaditos que mi imaginación se disparaba y esa playera que dejaba ver sus abdominales, nos abrazamos con intensidad, mis pechos se estremecieron tanto que mis pezones se pusieron tan duros que no lo podía creer. Espero no lo haya notado, era lo único que pensaba, pasó un rato cuando ya nos habíamos contado casi todo y sin esperarlo pero deseándolo desde hace años, me besó, que besó no pude evitarlo, su lengua era tan suave nuestras bocas no podían separarse, sentí su mano entre mis piernas por debajo de la mesa, nos miramos y me dijo:

-muero por invitarte a otro lugar-

Así que nos levantamos de la mesa y nos fuimos. El tomó mi mano y llegamos a un hotel que estaba cerca. Apenas cerramos la puerta de la habitación cuando me tomó por las nalgas y me montó sobre él, nos besábamos como unos locos, empezó a quitarme la blusa y desabrochó mi sostén, la ropa caía al piso y poco a poco fuimos quedando desnudos.

El mordía mis pezones y los succionaba tan rico que mis gemidos comenzaban a surgir y eso lo exitaba tanto, tenía su pene tan erecto que parecía explotar, tomé su pene entre mis manos y comence a lamer lentamente, desde sus testículos, subía y bajaba y lo introducía en mi boca succionando con fuerza mientras lo masturbaba al mismo tiempo, el comenzó a gemir, me advertía que se vendría así que comencé a subir y bajar más rápido, todo su semen explotó en mi boca, era tan dulce que lo chupé hasta dejar su miembro limpió.

El estaba vuelto loco, no dejamos de besarnos y ese pene tan grande ya estaba listo, yo estaba tan húmeda cuando me tocó, mordía mis pezones con tanta lujuria y metía y sacaba sus dedos tan rápido que estaba tan excitada, tomó su pene y me lo metió hasta el fondo -aahhh!!- salió un grito tan rico. Me tomó y me puso encima de él, me movía con tanta rapidez que los dos gemíamos como si sólo existiéramos él y yo, con una mano tomaba una de mis nalgas y con la otra me jalaba hacia él para poder succionar mis pezones, estaba poseída por la lujuria del momento, gemíamos como si no hubiera nadie a nuestro alrededor, me tomó por las caderas y en un segundo era yo quien estaba debajo de él, me cogió como nadie.

Quedamos tendidos en la cama, nos besamos y después de un rato la pasión poco a poco volvía cuando mi teléfono comenzó a sonar. Era un mensaje de mi esposo -¿todo bien?- le contesté, si  ya me despedí ya voy para allá.

-Lo siento tengo que irme- él sabía mi situación así que no protesto mucho.

Pedí un taxi al estacionamiento del Hotel y en lo que me alistaba llegó, lo besé una vez más y salí de esa habitación...

Cuando llegué a casa me disponía a servir la cena cuando me llegó un mensaje, - Me encantas necesito más de tí, te parece si nos vemos este fin??-

- Este fin ¿??? Tenía que inventar una buena excusa pero no creo que sea un gran problema.

-¡Te veo en el mismo lugar!!!

Muero por verlo y saber que haremos en nuestro proximo encuentro...