Trío con mi esposo y el striper del club

Ambos disfrutamos mucho salir de la rutina del sexo habitual en pareja  para sumergirnos en un mundo de erotismo, placer, aventura, y un poco de la excitación de lo desconocido, que quieres hacer esta noche?- dijo mi esposo, con una sonrisa que divulgaba sus intenciones.

-Me gustaría hacerte groserías hoy...mmm que rico, le dije.

Decidimos ir a un club privado para parejas de mente abierta, alli van parejas que disfrutan del sexo tanto como nosotros, llegamos y pudimos notar que el ambiente en la pista de baile estaba ya caliente, las mujeres bailaban entre ellas muy sensualmente mientras sus esposos disfrutaban del show, se tocaban y besaban los senos sin perder el ritmo, animando a las parejas que miraban, a entrar también en calor, nos tomamos un par de tragos y nos unimos a la diversión, mientras más bailábamos más caliente se ponía todo.

Después del show de media noche, que incluía striper para los hombres y striper para las mujeres, y que striper! con esos movimientos y ese cuerpaso yo estaba más que lista para la acción, mi esposo me propuso al notar mi excitación...

- ¿Te gustaría hacer un trío con el striper?

- Realmente me gustaría... le dije.

En un abrir y cerrar de ojos el ya tenía todo hablado y listo, nos dirigimos a una habitación donde el llegaría. Nos desnudamos con mucha excitación, aproveché para hacerle sexo oral a mi esposo ya que lo tenía tan duro como me gusta, el striper llegó y se incorporó, de pronto tenía en mis manos ambos miembros, los complací, los acaricié con mis senos, los chupé y los besé, y mientras los chupaba me sentí muy mojada, mi esposo se recostó en la cama a ver, mientras el striper me cojia de pie y por detrás, con pasión casi salvaje, ritmo fuerte y rápido. Mi esposo disfrutando de mis gestos, gemidos de placer y excitación. Me preparé para complacer a mi esposo con una fantasía que teníamos en común, una doble penetración. Siempre disfruté del sexo anal y tenía mucha curiosidad de tener esa experiencia, me subí en mi esposo y me lo puso riquísimo mientras el striper me penetraba analmente. Sentía una mezcla de dolor y placer muy intenso, poco a poco se convirtió en mucho placer, cojimos hasta que estabamos completamente saciados.

Lo disfruté tanto o más que mi esposo, fue el primer trío que tuvimos y que nos dejó queriendo experimentar aún más... pura diversión en pareja!!