La bibliotecaria, parte 6ª

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Mónica se acercó más aun y frente a mi, se quitó el tanga y el sujetador. Mi polla creció inmediatamente debido a la excitación, la visión de aquel cuerpo escultural era deliciosa, Mónica era una autentica MILF, ni en mis mejores sueños me hubiera imaginado aquello. El blanco de sus pechos y el rosado de sus pezones resaltaban sobre su piel bronceada.

Ella se acercó y se puso a horcajadas sobre mi, sus pechos quedaban a la altura de mi boca, mi lengua se lanzó a saborear aquellos manjares, empecé a lamer con suavidad el contorno de aquellos, para terminar centrándome en sus pezones, los cuales estaban ya duros debido a las atenciones que recibían por parte de mi lengua.

Mónica gemía cada vez que succionaba sus pezones, tenía unos pechos preciosos tal y como yo me había imaginado. No me habría separado de ellos nunca, me encantaba aquello, desprendían un olor embriagador y un sabor aun mejor.

Mis manos sujetaban su bonito culo, acariciando cada centímetro de aquel, mientras con mis labios saboreaba sus pechos. Ambos estábamos muy excitados, Mónica cerraba los ojos mientras yo me la comía y mientras tanto, mi polla luchaba por escapar de mis pantalones, estaba totalmente erecta, dura como nunca antes la había notado.

Mónica se separó de mi lo suficiente como para desabrocharme el pantalón, de un fuerte tirón bajó tanto los pantalones como mi boxer. Mi polla saltó como un resorte, quedando verticalmente, el prepucio estaba bajado por la gran erección y eso permitía ver todo mi glande rosado y lubricado. Mónica rapidamente cogió mi pene y comenzó a masturbarme.

Era increíble sentir en mi polla sus dedos, eran delicados y suaves. Debido a lo excitado que estaba, de mi polla empezó a brotar liquido preseminal, esto hizo que la lubricación fuera mejor, por lo tanto, también era mayor el placer que sentía. Tuve que decirle a Mónica que parase o me correría de gusto.

-Ven, tengo una idea, vamos a darnos una ducha juntos, dijo ella.

- Me parece una buena idea, estoy chorreando…..dije yo.

Nos dirigimos a su dormitorio y de allí pasamos a su baño para poder disfrutar de una ducha juntos, al llegar quedé sorprendido por lo enorme que era su ducha, era de dos metros de largo por dos de ancho, con asiento de piedra incorporado y el agua caía del techo a gran altura, una auténtica pasada……

Pasamos los dos desnudos a la ducha y Mónica comenzó a enjabonarme con sus manos mientras del techo caía una lluvia fina de agua caliente, era delicioso sentir sus manos llenas de jabón y espuma sobre mi cuerpo, que junto con el agua caliente, hacían que estuviera más excitado si cabe.

Mónica después de enjabonarme todo el cuerpo, empezó a dedicarse exclusivamente a masturbarme, subía y bajaba su mano lentamente, sus dedos a lo largo de mi polla me hacían disfrutar a tope, el jabón facilitaba las cosas y yo sentía algo indescriptible, un placer sin igual..

Yo temiendo correrme enseguida, levanté a Mónica y entonces fui yo el que pasaba a enjabonarle el cuerpo, recorría sus pechos con mis manos suavemente, el jabón facilitaba las caricias, tenía unos pechos preciosos, tal y como me los había imaginado, eran de un tamaño normal, como a mí me gustaban, pero estaban firmes y erguidos. Tenía los pezones pequeños y sonrosados, debido a las caricias y a la excitación estaban duros como piedras.

Aclaré sus pechos y cuando no quedó ni resto de jabón en ellos, comencé a pasar mi lengua por el contorno y más tarde por sus pezones, ella gemía de placer, notaba que le estaba gustando, puesto que, sin abrir los ojos, llegaba a mordisquearse el labio. Con una mano acariciaba un pecho y el otro era lamido una y otra vez por mi lengua y con la otra mano acariciaba su pubis. No estaba depilada totalmente pero casi, cosa que a mí me gustaba, ya que, pensaba pasarle la lengua una y otra vez por sus labios. Me agaché aún más, dejando sus pechos libres y comencé a pasar mi lengua por su clítoris, abría sus labios con mis manos y mi lengua hacía el resto. Mónica gemía y gritaba de placer, estaba recibiendo descargas eléctricas cada vez que mi lengua rozaba su botón, arqueaba todo su cuerpo y pedía que no parara:

No pares diooooooooooossssssssss, que gustoooooooooo,, ahhh,ahh,ahhh, sigueee, me estás volviendo locaaaaaa,,ahhh,ahhh

El primer orgasmo no tardó en llegar, fue brutal e inesperado, un montón de líquido comenzó a salir, mojándome toda la cara, mi boca fue bañada totalmente por sus fluidos, Mónica temblaba y tuvo que agarrarse a mí para no caerse:

-Ahhhhhhhhhhh,me corroooooo ohhhhhh, que gozadaaaaaa, ahhhhhh

Intenté seguir, pero tenía el clítoris tan sensible que me pidió por favor que parase.

- Ahora te toca a ti – me dijo.

Mónica se agachó y tras coger mi polla con su mano se la llevó a la boca, comenzó lamiendo mi glande suavemente para posteriormente metérsela en la boca hasta casi en su totalidad……mi polla desaparecía dentro de su boca haciéndome estremecer de placer, lo hacía de una forma nada brusca, al contrario, era muy delicada y eso me gustaba aún más, era increíble sentir como su lengua y su garganta atrapaban mi miembro.

Mónica dejó de chupármela e hizo que me sentara en el banco de la ducha, me dio la espalda, abrió mis piernas y tras mostrarme su bonito culo se ensartó en mi polla. Ésta entró hasta el fondo debido a la lubricación de su coño, estaba tremendamente excitada. Mónica se movía a un ritmo endiablado, mi polla entraba y salía de su coño a una velocidad increíble, yo mientras le intentaba acariciar los pechos, mis dedos apenas podían rozar sus pezones debido al ritmo que ella imponía.

Ella gemía con cada embestida, estaba gozando al igual que yo, mi polla chocaba con su culo y en cada embestida entraba hasta el fondo de su vagina, yo temía correrme de gusto enseguida, pero si eso sucedía era porque estaba gozando de lo lindo, Mónica me follaba como una autentica maestra del sexo.

Mónica se separó de mi, se dio la vuelta, se colocó frente a mi y cogiendo mi polla con la mano volvió a ensartarse y continuó follándome sin compasión.

Mónica comenzó a jadear y a gemir de forma más continuada, estaba alcanzando el clímax y la llegada de otro orgasmo era cuestión de minutos.

- Ah, ah, ahhhhh aaaaahhhhhhhh me voy a correrr otra vezzzz

 

Esto sigue.......

 


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