Mi vecina Cris, 2ª parte.

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
12698 visitas

Marcar como relato favorito

Desde mi posición pude observar cómo se ponía la ropa interior y abría su armario para elegir una blusa y unos pantalones, una vez vestida, se asomó a la ventana, cerró las cortinas y desapareció de mi vista. Fueron unos minutos, pero para mí fue una eternidad……no quería olvidarme de lo que había visto y reconozco que hoy en día sigue ese recuerdo en mi memoria tan claro como el día en el que sucedió.

Desde ese día ella seguía la misma pauta, aunque reconozco que no todos los días pude observarla así, aunque tampoco fue solo una vez……………

Ni que decir tiene que yo después de ver los pechos desnudos de Cris, fui directamente al baño a masturbarme, pensando en ella y en lo que había visto. No tardé en correrme de gusto, imaginando que me corría en sus pechos después de haberlos lamido a conciencia y haberlos besado con suavidad.

Como no podía quitarme a Cris de mi cabeza ideé un plan para poder estar aunque solo fuera un rato junto a ella. Decidí ir a su peluquería como cliente, así podría verla. Aproveche una tarde a última hora y pasé a concertar una cita.

Ella estaba sola y ya estaba recogiendo los enseres del trabajo.

Hola Cris, cómo estás? Dije yo

Hola, que sorpresa!!!!!

No quiero entretenerte, pero me gustaría que me dieses hora para cortarme el pelo, lo tengo muy largo y con este calor necesito un buen corte

- Vale, sin pegas, mañana te viene bien?

Tengo libre a primera y a última hora, cual prefieres?

Mejor a última

Pues entonces, a las siete y media?

Me parece bien, mañana nos vemos

Ok, me voy que llego tarde al gimnasio, tengo clase ahora en cinco minutos

Aerobic? -pregunté yo

No, zumba - dijo ella

Ya se nota que vas al gimnasio, ya.. - dije con una mirada que lo decía todo

Menudo cuerpazo - susurre para mi

Ella se quedó un momento mirándome como creyendo no oír bien lo que yo había dicho y con una sonrisa en sus labios me despidió hasta el día siguiente.

Al alejarme de ella no pude evitar darme la vuelta para verla y cuál fue mi sorpresa al ver que ella hacía lo mismo. ¿Me habría oído?............

El día siguiente fue un largo día, estuve nervioso y no veía la hora de ir a la peluquería, no sabía muy bien qué hacer ni que ponerme. Al final decidí ir acorde con el tiempo, hacía un buen día de calor y como estaba depilado me puse unas mallas de deporte, sin bóxer y una camiseta.

Llegué a la cita puntual y allí estaba Cris peinando a una clienta, entré armado de valor y saludé:

Buenas tardes

Hola Alex, en cinco minutos estoy contigo -dijo ella

Tranquila - dije y me senté viendo como esa tremenda mujer se movía sensualmente tijera en mano.

Cris llevaba un vestido de verano, de esos ligeros de tirantes y por encima de las rodillas. Después de mirarla un par de minutos juraría que no llevaba sujetador, sus pechos se movían graciosamente al compás que marcaban el peine y la tijera. Me quedé tan pasmado mirando a Cris que ella se dio cuenta y con una sonrisa en su cara me dijo:

Hace calor ehhhhh, Alex?

Encima tengo el aire acondicionado estropeado, no puedo graduar la temperatura y al ponerlo enfría demasiado, no hay quien lo aguante.

Sí , hace buen tiempo - dije

Cris estaba ya terminando con la clienta y yo no podía dejar de mirarla, mi pene empezó a crecer bajo las mallas de licra y no había forma de contenerlo, Cris siempre tan sexy incluso trabajando………..

La clienta se fue y allí nos quedamos los dos solos, era casi la hora de cerrar y como Cris no quería prolongar más su jornada me dijo:

Voy a cerrar y bajar las persianas, así no entra nadie, que seguro que ahora a última hora se presenta alguien y me tiene aquí hasta las tantas.

Cris cerró la puerta, bajó las persianas y me invitó a sentarme en el sillón. Yo que ya tenía una erección enorme no sabía cómo hacer para llegar hasta el sillón sin ser visto, mi pene se marcaba claramente, no había forma de disimularlo y encima Cris me esperaba junto al sillón. Me levanté y con dificultad empecé a caminar, mi pene girado a la izquierda de mi cuerpo me impedía hacerlo con normalidad.

Cris no pudo evitarlo y sus ojos se fueron a posar en esa parte de mi cuerpo que estaba pidiendo a gritos ser liberada de esa opresión que la sujetaba. Levantó la vista un segundo y sus ojos se cruzaron con los míos, tenían una mezcla entre asombro y encanto.

Lo primero que hizo tras sentarme fue colocar una toalla alrededor de mi cuello para proceder a lavarme la cabeza, inclinó el respaldo hasta la posición adecuada y empezó con el lavado, estar allí sentado era una sensación agradable, el agua templada y caliente me relajaba junto al buen hacer de sus manos aunque a la vez me excitaba más y más, Cris masajeaba mi pelo con maestría, suavemente acariciaba mi cabeza y eso me volvía loco, notaba como mi pene crecía aún más si cabe.

En un momento dado levanté la vista y pude contemplar como Cris tenía la vista fija en mi entrepierna, me lavaba la cabeza como una autómata, solo tenía ojos para mi pene, yo no quería que me pillara viéndola, pero no podía evitar mirarla, hasta incluso vi cómo se pasaba la lengua por sus labios y fue en ese instante cuando vislumbré que aquella podía ser una buena tarde.

Para intentar crear un ambiente más propicio le dije:

Que bien lo haces Cris…… me estas dejando súper relajado

Te gusta? - dijo ella

Sí, lo haces con tanto cuidado…… que voy a dormirme - contesté

Gracias, intento ser cuidadosa con todos, espero que no te duermas, que tengo cosas que hacer - dijo

Que vas a hacer luego? - me atreví a decir

Pues ir a comprar algo para cenar, que no tengo nada - contestó

Déjalo para mañana, hoy te invito a cenar, si quieres claro!!

Y eso? – dijo ella

Porque me apetece, creo que eres una mujer muy interesante y nunca he tenido la oportunidad de conocerte más - dije totalmente lanzado

Vale acepto, aunque me estás poniendo nerviosa con lo que me dices, ¿interesante? Y eso porque lo dices? – dijo Cris

Aunque primero tenemos que terminar aquí - remató ella echando de nuevo una mirada a mi pene

Yo que acababa de ver esta última mirada no sabía cómo ponerme, estaba reclinado en un sillón totalmente empalmado, estaba notando humedad en mi entrepierna y convencido de que ya estaba saliendo liquido preseminal de mi polla y como llevaba unas mallas de deporte de color rojo, estaba seguro de que las habría manchado y se notaría todo.

No tenía la menor duda de ello, puesto que, Cris no dejaba de mirar y se la veía nerviosa, yo creo que esta excitada por lo que veía. Entonces sucedió:

 

Esto no acaba así.........


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed