Niño travieso (3)

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Entramos, obviamente yo fingí indiferencia, le pedí que me esperara sentado y fui a la cocina a preparar algo para comer, y distanciarme un poco de la tentación, tomé un vaso con agua, pero desde atrás vi una mano que me lo quitaba, volteé y lo vi a cms de mi cara bebiendo mi agua. Lo alejé con mi mano pretendiendo bromear.

- Te molesta que quiera abrazar a mi hermana? - preguntó fingiendo ofenderse, poniendo su mano en mi cintura de un modo nada fraternal.

Mi mente se negaba a creer que él pudiera estárseme insinuando, imposible debe estar bromeando, es mucho menor y además jamás le faltan niñas lindas que lo persigan. Lo volvi a alejar pero esta vez me tiró hacia él, pasó sus manos por mi cintura y me pegó a su pecho, volví a sentir ese dolor de estomago tan rico. Hace tiempo que no sentía mi vagina tan húmeda y mi corazón latiendo tan rápido. Fue una sorpresa darme cuenta de que también podia sentir su entrepierna muy dura a la altura de mi cintura. Intentar controlar tus pensamientos cuando todo tu cuerpo arde de deseo...

Su sonrisa juguetona desapareció y su cara era un espejo de la mía, supe que no bromeaba.

Bajó su cara y se acercó a mi oreja.

- Llevo años queriendo hacer esto - su boca buscó la mía y suavemente sus labios comenzaron a masajear los míos, una mano en mi nuca y la otra en mi cintura no me daban tregua, mientras su lengua se abría paso a la mía, su mano libre subía buscando mi pecho, era increíble ver el manejo que tenía, como me ponía a mil, su cuerpo junto al mío me ponía como jamás había estado, mi vagina quemaba, mi corazón quería salir de mi pecho y mi respiración se aceleraba cada vez más, estaba tan pasmada que él tomó mi mano y la llevo a su entrepierna. Al parecer habia cambiado mucho desde la última vez que lo vi, se sentía duro y grande, sólo había visto el de mi exmarido, pero podía decir que este era mayor al promedio.

Me tomó de la mano y me llevó al living, se sentó en una silla y me puso entre sus piernas, él era alto y yo bajita, así que cuando tomó mi cara y se la acercó, no costó mucho, era muy excitante, pero también tierno, aunque su boca no sabía de sutilezas, era salvaje y me besaba profundo, su lengua me llevaba al cielo.

Sus manos en mi cintura, puso mis piernas a cada lado y me sentó sobre su paquete, sus manos intentaban tocar mi trasero pero mi ajustado pantalón no lo permitia, entonces subió a mis pechos por debajo de mi polera, la temperatura subía y subía, su pene se sentía tan duro... pensé que rajaría su pantalón, no paraba de fregarme sobre él, queria sentirlo dentro.

Comencé a desesperarme, y el también, su mano presionaba mi pecho cada vez más fuerte, con facilidad subió mi polera y me la quitó, mi sostén celeste de encaje media copa pareció gustarle, con su lengua fue siguiendo el borde que estaba cerca de mi areola, mi pezón dolía de lo duro que lo tenía, pero su lengua se sentía exquisita al pasar sobre la tela, con sus grandes manos presionó mis senos para luego bajar mi sostén y mirarlos con lujuria, acercó su boca y comenzó a lamer, mis caderas se movían descontroladas sobre su pene, sentía que moriría de placer, no recuerdo haber sentido esto con mi marido.

Mis manos recorrían su espalda frenéticas, como pude le quité la polera, su olor me embriagaba, quería morderlo para evitar volverme loca. Su boca recorría mi cuello, sus manos sujetaban mi cintura, me tomó y me paró, me dio vuelta y con su lengua comenzó a recorrer mi cuello, sus manos buscaron mis senos, y mi mano buscaba su pantalón, como pude bajé su cierre y metí mi mano, él decidió ayudarme y bajó su pantalón, me giré y pude observar su pene en todo su esplendor, era grande y grueso, me mojé imaginando ese pene en mi boca, queria tocarlo, nunca me había gustado el sexo oral, pero su miembro me llamaba. Me pegué a él y me colgué de su cuello, necesitaba su boca como al oxígeno, quería morder su grueso labio inferior y lo hice. Dejé de lado todos mis prejuicios y me entregue al placer, quería llegar a la cama pero mi calentura no aguantaba a subir a la habitación, así que lo tumbe en el sillón...


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