Aquella mañana (10 años después)

La luz del sol me despierta. Siento mi rostro cálido y fresco.

-¡mmmmmmmm Quien bien he dormido! - me digo a mi misma mientras me estiro.

De repente veo el móvil. ¿Qué? Son las 9…

-¡Fuck, fuck, fuck!

Me despierto como puedo e intento coger todo lo que necesito. En diex minutos estoy lista para coger mi bici e ir pitando al trabajo.

Hoy el cielo esta despejado y todo parece verse mejor. No hay mucho tráfico asi que no tardo mucho en llegar al centro.

¡Y como no! Tras 26 años la suerte sigue en mi contra.

- ¿Una maratón? - grito frustrada.

La gente me mira extrañada y decido volver hacia atrás y coger un atajo. Son las 9:20… Ahora si que llego tarde.

Necesito aumentar la velocidad. Me pongo en modo experta y subo el ritmo.

Voy tan rápido que por momentos temo chocarme con alguien.

¡Y bumm! Caigo al suelo y siento como me llevo por delante a un chico.

Desde luego hoy no era mi día. Intenté levantarme del suelo, estaba un poco mareada así que solo consigue sentarme. En eso, me fijé que el chico hacia lo mismo que yo. Estaba de espaldas a mi y podía escuchar perfectamente sus quejidos.

- Hola?? Lo siento muchísimo, no pretendía darte con la bici. - dije mientras me dirijia hacia el para ver como se encontraba.

El chico se quedó de piedra. Me asusté mucho y fui hacia el. No puede ser…

- Sam…

- ¿Iván? ¿Eres tu?

Claro que es él. No me lo podia creer. Pensé que nunca volveria a perderme en esos ojos. Dios, que guapo es.

No pude evitar mostrar mis sentimientos. Y creo que el también se alegraba de verme.

- No me lo puedo creer, Sam eres tu!! - dijo Iván que inmediatamente se acercó a mi y me abrazó.

Sentí que me perdía en sus brazos. En esos brazos que algún dia soñe que me abrazaban.

En ese momento me acordé del accidente y como él rato antes se quejaba. Me separé de él y no pude esconder mi preocupación.

- !Oh dios mio te he dado con la bici! ¿Estas bien? ¿Quieres que vayamos a un hospital? ¿Puedes levantarte? - dije asustada.

Antes mi preocupación Iván empezó a reír. Jamás lo había escuchado reírse a carcajadas. Era tan adorable…

- ¿De que ries? - dije intentando parecer molesta.

- jajaja ¿No te das cuenta Sam?¿ No te recuerda nada esta situación? - dijo mirando mi bici.

- Cuando nos conocimos.. - digo con tono nostálgico.

El me mira de la misma forma en que lo hacia antes. Nuestras miradas se cruzan y vuelvo a sentir esa magia de hace 10 años. Sobran las palabras.

Se acerca a mi poco a poco y posa sus labios en los míos. Al principio me sorprendió, pero no tarde en corresponderle. Fue un beso dulce y tierno, sin duda quería que el mundo se detuviera ahí.

- No debí dejarte escapar nunca. -dijo arrepentido – Sam yo… -empezó a tartamudear- desde el primer momento en que te vi supe que cambiarías mi vida. Me conquistaste con tu alegría, tu timidez, tus enfados… Pero tenía miedo, tenía miedo a no estar haciendo lo correcto. Tu tenias 16 años y te veías tan bien con Marc que decidí no interponerme. El tenia tu edad y tu tenias derecho a estar con alguien y poder compartir las mismas experiencias. No tuve el valor para decirte lo que sentía… Pensé que nunca volvería a verte. Y ahora estas aquí. Han pasado tantos años y jamás he podido olvidarte. Y quizás suene ridículo pero siempre espere que en algún momento volvieras a mi vida.

Me quedé callada. Realmente no sabia que decir, estaba muy confundida y no sabía porque. Siempre soñé con volverlo a ver pero ahora que lo tenia frente a frente las cosas eran muy distintas. ¡A la mierda todo!

- Iván yo… - Y en el momento en que iva a decirle que yo también sentía lo mismo, apareció una chica.

- Miamor!! ¿Que ha pasado? - dijo con un tono muy preocupado.

¿Miamor? ¿ Acaso de tenia novia?

- No es nada Ana, simplemente me choque con su bici y caímos. Ella es Sam dijo dirigiéndose a mi.

- Encantada Sam soy la prometida de Iván dijo intentando ser amable. ¿Ya os conocíais?- me pregunto Ana, la PROMETIDA de Iván. Si antes estaba confundida ahora lo estaba el doble.

- mmmm si, nos conocimos hace mucho tiempo. -dije- Ah y muchas felicidades- dije intentado poner la mejor sonrisa que pude. - Yo… lo siento pero me tengo que ir, llego tarde al trabajo.

Me levanté del suelo y cogí mi bici, que estaba tirada a pocos metros de donde me encontraba. Me giré para despedirme y vi a Ana cogida del brazo de Iván, que parecía igual de confundido que yo.

Les dedique una última sonrisa y me aleje con la bici.

De lejos escuché mi nombre, era Iván. Joder, otra vez la misma historia. Pero esta vez no me detuve y seguí mi camino aún con mas velocidad. No pude evitar que mis lágrimas cayeran. Por un momento pensé que todo terminaría bien y que por fin estaría a su lado. Quizás esperaba algo más de él. Quizás otra reacción… Quizás...

Llegué al trabajo muy agitada. Eran las 10, y acababa de perder una reunión. ¡Lo que faltaba!

Llegue a mi oficina y Martin estaba dentro. Cuando me vio entrar por la puerta corrió hacia mi.

- ¿Amor donde estabas? No sabes lo preocupado que me tenías. - dijo mientras me abrazaba.

Te he llamado al móvil pero no me contestabas… ¿Ha pasado algo Sam?

No podía seguir con esto... Hoy me di cuenta que realmente nunca he olvidado a ese chico de la bici y Martin no merece este engaño. Él se merece a alguien que realmente lo ame y desgraciadamente esa no era yo.

Me puse a llorar.

- ¿Sam que ha pasado? - me dijo asustado.

- Yo… Yo no puedo seguir contigo. - su cara cambió-