La jefa de mi esposa

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
22799 visitas

Marcar como relato favorito

Siempre he sido prudente con el espacio de trabajo de mi esposa, no intervengo en nada a menos que ella pida mi opinión. Solo conocía una de sus compañeras, muy buena persona.

Este año, se prepara lo que sería la mejor fiesta de su empresa en uno de los mejores hoteles de la ciudad.

Salgo de compras con mi esposa, ella decide llevar un vestido ajustado con un generoso escote. Mi esposa es una mujer agraciada, de cabello negro largo, cuerpo firme y un busto llamativo. Yo decido ir todo de negro, funcional.

Llegamos a la recepción del evento, mi esposa me presenta al resto de sus compañeras, unas muy lindas, otras no tanto, nada que mi esposa deba envidiar. Centro toda la atención a ella y decido buscar un par de copas de vino.

Volteo a ver a mi esposa y ella esta hablando con una mujer que no había visto antes, una que hacía contraste con todas las mujeres en el salón, era alta casi de mi talla (1,82m), piel blanca, cabello rubio corto y una silueta digna de admirar en mas de una manera.

Al llegar con las copas de vino, mi esposa me presenta a LUCIANA, su jefa, que de cerca era mas hermosa de lo que había visto.

-alexei, tu esposa me dijo que eres abogado- me dice ella.

Si, especializado en derecho de familia y director de una fundación en pro de los DD.HH de los niños.

-que interesante, inteligente, filántropo y guapo, un buen partido- dice. Se me hacía raro que me hablara con tanta confianza, porque ya mi esposa me había dicho que ella mantenía una relación estricta con sus trabajadoras.

Sin prestarle atención, y al son de una buena música, invito a bailar a mi esposa que luego de unos tragos estaba algo “caliente”. Acaba la fiesta, llegamos a casa he hicimos el amor.

Pasado unos días, mi esposa me da la más rara de las noticias, -nene, mi jefa viene a cenar hoy- Wow! Que extraño, sin embargo me dispongo a realizar uno de mis platos favoritos, filete de res a término medio en salsa de ciruela.

Ya en la cena, trato de atender de la mejor manera a mi esposa y Luciana, quien “inocentemente” no había dejado de rozar sus piernas con las mías debajo de la mesa.

Incómodo por la erección que tenía, decido quedarme en la cocina tomando una cerveza, y aparece ella, la mujer que se había adueñado de mis fantasías los últimos días. Me quita la cerveza de la mano, toma un poco y me besa, pasando la cerveza de su boca a la mía.

Sale un poco y se derrama en mi cuello, ella, muy diestra empieza a lamer. Anonadado por lo que acontecía, le digo a Luciana –por favor, amo a mi esposa, que por cierto está en la sala-

No te preocupes, le dije que necesitaba algo del mall y ella se ofreció a ir por mi, tardará más de media hora en ir y venir, y para un rapidín tu y yo necesitamos menos. Dijo ella.

Pensaba en mi esposa, pero esta ocasión me deje llevar por la lujuria ante la espectacular mujer que tenía en frente de mí, arrodillada desabrochando mi pantalón. Suavemente da un mordisco a mi glande, lo que a mi me pone mucho. Como toda una maestra saborea mi miembro, me volvía loco, para no venirme, decido montarla en el mesón de la cocina y la despojo de su falda y su ropa interior, veo su sexo rosado y húmedo, sin pensarlo dos veces lo chupo e introduzco mis dedos. –alexei que bien lo haces, me lo imaginaba desde que te conocí en la fiesta-

Sin perder más tiempo la pongo en cuatro en el suelo de la cocina y la embisto con fuerza pero lentamente, aumento mi ritmo a medida que ella arquea su espalda, me pide que no pare y ahí estaba, estalla su orgasmo que pude sentir por las contracciones de su sexo en mi pene.

Me pide que me acueste que era su turno de montarme, y muy experta inicia, sube y baja sobre todo mi miembro a un ritmo desenfrenado. En esta ocasión llegamos al mismo tiempo y dice que nunca había probado un pene como el mío. -mi ego sonríe-

Nos limpiamos, nos vestimos y nos reíamos del tema con un par de cervezas hasta que mi esposa llego diciendo –veo que lo pasaron bien- lo que me dejo con cierta incertidumbre.

A la semana siguiente mi esposa me dio la noticia de su ascenso en el trabajo.

¿Habré sido parte de algún plan?


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed