Diosa en el hotel

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
10272 visitas

Marcar como relato favorito

Llevaba aquella tarde muy cansado, decidimos ir a descansar.
contratamos una habitación para desconectarnos del mundo, ella
estaba conmigo, decidió darse una ducha para descansar y relajarse.

Decidí acostarme y ponerme ropa cómoda, básicamente era un bóxer y mi playera más delgada, en cambio al estar el baño tan cerca de la cama y con cierta vista, veía con el vapor su silueta, cintura delgada, senos hermosos y redondos, para finalizar con unas nalgas hermosas y grandes, mi gran perdición.

Comenzó a endulzar mi vista, ella se secaba, lentamente, claro que había planes de tener acción con ella, pero como comenzaba todo era un delirio de ver, seco su cuerpo y comenzó la acción más erótica que había visto.

Comenzó a ponerse su sostén, color negro, pude ver como escondía sus senos de una manera tan delicada mientras ella sonreía malosamente, continuo con un ligero que hacía parecer que tenía una falda muy pequeña, quedaron volando sus ligeros, mientras levantaba su pierna para ponerse sus medias, lentamente sus hermosas piernas, sus medias negras contrastaban con sus ligeros bicolor, negro y blanco, acomodo sus medias en los ligueros y faltaba lo mejor.

Sonriéndome hacia mi vista, se dio la vuelta dándome la espalda, tomo su tanga color negro, poco a poco fue subiendo su tanga y pude ver como entraba entre sus nalgas y ella sabiéndose sensual en este momento, movía sus caderas de una manera sensual, volteo a verme y camino lentamente hacia mí.

Ella siendo sarcástica me dijo "que esperas" me levante ya con mi pene muy duro, saliendo del bóxer que tenía puesto, ella y yo nos besamos, sentía su beso más caliente de lo normal, nuestros labios eran mordidos seguido, mis manos tomaron sus nalgas mientras nuestro cuerpo estaba más pegado.

Le di la vuelta y comencé a besar su cuello, mi pene aun en su bóxer fue tomado por sus manos, masajeándolo y yo disfrutaba cada movimiento que ella hacía, yo comencé a desabrochar su sostén, cuando libere sus senos, los tome en mis manos y comencé a masajear sus senos, lentamente apretaba sus pezones, mis yemas hacían que ella suspirara cada vez más agitada y apretaba más fuerte mi pene.

La puse frente a mí, literalmente ella me arranco mi bóxer y mi pene quedo libre frente a ella, me empujó hacia la cama y caí tendido, ella me beso y comenzó a masturbar mi pene, se fue hincando para cuando menos me lo espere, comenzó a meter mi pene en su boca, su calidez fue inmediatamente un estímulo para mí, comencé a gemir más fuerte, mi respiración estaba muy agitada y mi cuerpo se calentó demasiado, tome su cabeza con mis manos para acariciar su cabello, ella seguía cada vez más rápido, sentía que mi vida se iba en ese oral.

Cuando sentía que me iba a venir, la quite y ella sonreía, sabiéndose vencedora que casi me hacía acabar, eso me prendió aún más, la tome en mis brazos y de nuevo le di un beso más intenso, me toco lanzarla hacia la cama de espalda, donde con mi boca, tome su tanga y la baje de manera violenta, bese su espalda lentamente y baje a base de besos hasta llegar a sus nalgas, la acomode de perrito y comencé a lamer cada parte de su parte más íntima, pasaba mi lengua por su clítoris y ella estaba gimiendo lentamente pero ya fuerte.

De perrito como estaba ella, devoraba sus jugos y disfrutaba de sus gemidos, metí uno de mis dedos en su boca y ella lamió lentamente mi dedo, sin dejar de comer su clítoris, comencé a meter mi dedo dentro de ella, el gemido que lanzó ella fue grande, mientras lamía su parte le metía mi dedo constantemente, la tenía loca, decidí que debía ser más la sensación y cuando menos lo esperó, besé su parte anal, devoraba su parte mientras ella no dejaba de gemir, con mi dedo pulgar comencé a simular que la penetraba analmente mientras mi otro dedo entraba en ella, fuertemente después de casi no aguantar aquello, me grito "métemela ya".

Puse mi pene en la entrada de su vagina y lentamente comencé a introducir mi pene, ella soltó un gemido y exclamaba "aaaah" a medida que iba metiendo mi pene, y una vez ya adentro comencé a moverme cada vez más rápido, sus nalgas chocaban con mi pelvis y mis movimientos eran más intensos, ella gemía y gemía cada vez más.

Besé su espalda y la puse frente a mí, levante sus piernas y las puse en mis hombros, le introduje de nuevo mi pene lentamente y pude ver cómo sus ojos se ponían casi perdidos, comencé el intenso mete saca, ella gemía y me veía directamente a los ojos, fue una delicia poder tomar sus senos mientras me movía, ella bajo sus piernas y se afianzó a mí con ella, haciendo una pinza, no me dejaba separarme de ella, cosa que jamás hubiera querido.

Estábamos ambos al borde del éxtasis, me quite y me acosté, ella leyó mis intenciones y se puso sobre mí, acomodo mi pene y ella sola controlaba el ritmo que estábamos teniendo, fue hermoso como sus senos saltaban con ella, uso una de sus manos para estimular su clítoris, haciendo que su cuerpo se calentará demasiado, tome sus nalgas guiando también el ritmo de choque, sus ojos se ponían en blanco, sus gemidos eran intensos y solo pude escuchar un "aaaaaah" y se desplomó sobre mí.

Sentía su humedad, ella respiraba agitadamente sobre mi pecho, me besó apenas tomo aire y se quitó sobre mí, tomo mi pene en sus manos y ella comenzó a mover su mano, cada vez más rápido , yo gemía y gemía y mis ojos se ponían en blanco, mis testículos se enfurecieron y fue un momento en el que salió mi corrida, ella lo recibió en su pecho, su sudor mezclado con mi semen, se movía al ritmo de su respiración, ambos caímos rendidos y nos fuimos a dar un baño, donde seguro habrán pasado más cosas


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed