Despertares

Por
Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
1051 visitas

Marcar como relato favorito

 Sientes amor por mí...? -No estoy seguro- Fue lo que me dijiste, y aún con semejante respuesta mi estado de obnubilación y pendejez no se aclaró.

Yo siempre justificandote, es que no me llama porque está ocupado, es que tiene cosas muy importantes por hacer, olvidé que yo también soy importante, y si no lo soy para tí, entonces no soy prioridad, y si no soy prioridad entonces no quiero formar parte de tu vida.

Siempre había cosas que no entendía y pensaba que eran parte de tu misterio y tu personalidad, tontamente pensaba que como estabas tan enamorado de mí (ja!) tratabas de fingir indiferencia para que no me aprovechara de tí.

Esos besos parcos, sin emoción, donde solo tocabas mis labios de forma muy rápida, esos besos que tantas veces te reclamé y que tú siempre respondías, es que no vamos a la misma velocidad, no me gusta excitarme e irme así, y yo te creía, ¡qué tonta!.

Pensé que eramos almas libres cuando caminabamos y la mayoría de las veces no tomabas mi mano, o la soltabas, no me daba cuenta que hasta que no había mucha gente, o en la obscuridad de la noche era cuando aceptabas que te robara un beso, ah! como debes haber disfrutado el espectáculo de una mujer rogándote, ¡Qué estúpida!

Esas conversaciones que yo sacaba para hablar de nuestros sentimientos, decirnos cosas bellas, hablar de "nuestro" amor, ¿Por qué no me daba cuenta que siempre revirabas la conversación? Le cambiabas el sentido para terminar hablando del trabajo, o de mi jefe, o de lo mucho que tenías que estudiar, o del poco tiempo que tenías.

Y debí haberme dado cuenta, cuando por fin te convencí de hacer el amor y te llevé a un motel y estuviste parco, sin pasión, poco o casi nula cachondez, sin besos durante el acto, sin tocarme mas de lo estrictamente necesario para tener un coito, sin caricias...¿Pero qué estaba esperando de tí después de esas nulas demostraciones de afecto?

Esa noche que estaba vulnerable, te pedí que me dijieras "Mi amor" para consolarme, eras tan tacaño con palabras de amor hacia mi, tu justificación -No quiero decirlas tan a menudo porque pierden sentido- ja,ja,ja ¿Cómo pude creer eso? Hasta un infante descubriría semejante ardid para no decir esas palabras.

Y qué decir cuando de forma por demás absurda mendigaba un poco de tu tiempo y tú con total descaro haciéndome ver que no tenías tiempo porque tu fantástico intelecto y genialidad no sucumbirían aún ante una mujercita adorándote y rogándote.

¿Por qué no despertaba de ese sueño cuando a diestra y siniestra te ponías a hablar de tus exmujeres? De las que por cierto todas habían sido exitosas, bellísimas con muchos títulos profesionales, y las que no tuvieron un puesto extraordinario pues eran  mujeres extranjeras de belleza inigualable con las cuales disfrutaste las mieles del mas absoluto y exquisito sexo jamás imaginado ¿En qué demonios  yo estaba pensando al tolerar semejante falta de respeto cuando se suponía que tu eras mi novio?

¡Vaya despertar!, me siento con una resaca inmensa después de tanta pendejez...

Fuiste mi primera relación "pseudo seria" después de mi exmarido, hace ya diez años; qué ironía, yo que pensaba que jamás caería rendida de la misma manera ante los caprichos de un hombre, hice de nuevo lo mismo; supongo que Dios te puso en mi camino a manera de examen, para ver si había aprendido la lección, bueno, creo que la he pasado con un abominable 6. Así que ¡Venga vida, estoy de pie y fortalecida para lo que viene! ¡Venga, he pasado este escalón y he evolucionado, no sin unos cuantos moretones y tal vez sin algunos dientes, pero ¿Qué sería la vida si no tuvieramos el valor de emprender algo nuevo?


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed