EL SALTO

Estoy al pie del puente. Una vez más no tengo valor para tirarme. Escucho voces detrás, no sé qué dicen. Un sudor frío recorre mi frente.

"Hazlo, hazlo...-pienso- siempre has sido un puto cobarde ten al menos un momento de dignidad."

Un pie está en el aire, acariciando el vacío. Un pequeño impulso y todo terminó. Pero no encuentro las fuerzas. El murmullo a mi espalda aumenta.

Pasa el tiempo. Resignado, doy dos pasos alejándome del precipicio.

"En otra ocasión será", le escucho al monitor decirme mientras me quito, aún tembloroso, el arnés del pecho.

 sebástian tull, 2018