TARJETA DE IDENTIDAD

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Hola a todos y a todas, soy Brenda Tofan y pues me gusta decir cosas. De acuerdo con mi tarjeta de identidad soy la capitana del equipo de basket ball, ¿será por eso que me gusta tanto sentir cuando entra la bola? Es que tengo morbo y aunque estoy en la parte femenina me gusta de vez en cuando jugar también en el equipo de hombres donde, por cierto, hay dos que siempre me dicen cosas picantes. Y es que escucharlos decirme todo lo que me dicen me hace feliz de despertar la curiosidad de ellos.

Bueno, sin más habladera de cosas les contaré que una tarde uno de ellos llamado Benoit me dijo:
–– Capitana me gustaría invitarla a un refresco.
–– Hojala que sea muy refrescante porque de verdad que estoy acalorada.

Aunque por dentro estaba agitada traté de controlarme porque Benoit me simpatiza. Fui con él y la pasé bastante bien. Es curioso que me dijo que una mujer de mi edadera algo que él admiraba mucho.
–– Niño, tengo 45 y tú 21 ¿no crees que con una de tu edad te iría mejor?
–– Capitana...
–– No estamos en las prácticas así que si me puedes decir Brenda será mejor.
–– Esta bién Brenda, es que te vistes muy sexy y cada vez que te veo esos pezones me lleno pensamientos.
–– ¿Puedo saber cuáles señorito Benoit?
–– Pienso en ti y yo tocándote esos pezones que se te ven tan lindos

Si soy sincera esperaba que Benoit me dijera algo más caliente algo que me hiciera poner activa. Pero lo dejé hablar al tiempo que yo me reía. En algún momento le dije que quería que su mano estuviera sobre mi hombro. Y del hombro la mano bajó hasta mi seno izquierdo.
–– Aprieta pues, ya me lo tocaste
–– Es que no quiero lastimarte, pero si eso es lo que quieres te apretaré la teta.

Me la apretó, me la lamió e igual con la derecha. En las prácticas siguientes Benoit destacó mejor parece que le hacía falta que yo le diera la teta y otras partes de mí también. Queda entendido que nos gustó muchísimo y que ninguno de los dos teníamos que hacer comentarios. Unos días después fui yo la que lo invité a un refresco le insinué: "la vez pasada tu me tocaste las tetas ahora yo tengo que tocarte las redondas y el palito". No había terminado de hablar cuando el jovencito estaba helado de tener a su capitana para él solito.


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