EXPERIENCIAS CON LA FAMILIA RODRIGUEZ_1) EL PRELUDIO_II

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De repente veo 2 tipos de los que me invitaron pintando a 2 niñas, las recuerdo bien, una tenía bubis no tan grandes pero ricas, unas nalgas redondas y caderas grandes, era pintada por el área del coxis; la otra era de las más altas y le estaban pintando en una de sus piernas largas, llegue saludando a quienes me habían invitado, más que nada con intención de ver de cerca las nalgas de una de las chicas y para no estar ahí dentro, mis conocidos alardeando sobre sus “pintas” sobre la piel suave de las chavas.

 

Al no ser muy estético en mis facciones, siempre he tratado de caracterizarme por mi “estilo”, siempre llevaba una mochila, de preferencia siempre es roja hasta la fecha, en los que siempre cargaba plumones, latas de aerosol o cualquier cosa con al que pudiera pintar mi nombre en algo o alguien. Y una cámara digital (cuando recién aparecieron) que recién me habían regalado mis papás.

 

Les pedí discretamente que si me acomodaban con alguna para pintarla, a lo que sin pensarlo uno de ellos respondió que si con algo de entusiasmo, y me dijo que eligiera, que a alguna de sus amigas y que el la haría acceder, por lo que elegí a una de las mayores de edad y estatura  aunque era guapa y sexi no me llenaba mucho el ojo, pero la elegí para ver si llegaba más lejos pues ya la había visto días antes en la prepa con el grupo de algunos conocidos más grandes,  y aparte con  sabía que viva por la colonia, por lo que si hacia un esfuerzo y había química podíamos vernos frecuentemente, era una niña flaquita,  otra razón por que la elegí eran por sus nalgas bien firmes que fue donde pedí pintarla. 

La pinte iniciando desde el coxis, pasando sobre su nalga derecha dejando limpia aun la parte donde tu bikini tapaba su piel (siempre dejaba al último esa parte) y cerrando en la parte delantera de su pierna derecha, hasta abajo del vientre.

esa era de mis áreas favoritas pues al dibujar pasaba mi antebrazo cerca de su pelvis, eso era excitante para mí y algunas de las chicas que se los practicaba, ya después de un buen rato de platica, y algunas caribe que habíamos tomado (yo menos que ella) le dije que ya íbamos acabar solo faltaba la parte que no me dejaba pintar su calzón, que para acabarlo se podía quitar su prenda ahí frente a todos, pasar a un lugar más privado o dejarlo así como finalizado, lo pensó unos segundos y dijo que le había gustado que quería acabarlo para tomarse unas fotos, pero que no había cuartos disponibles, solo la parte del patio, a lo que sin pensarlo le dije que si quería me siguiera, me dijo a donde, y sin pensarlo le dije a terminarlo, sin saber siquiera si iba encontrar algún lugar solo, en ese momento la excitación empezó al máximo, mi miembro parecía que me traicionaba mientras iba caminando con mi mochila como pude me tape y lo primero que se me ocurrió fue entrar al baño, afortunadamente había 2 baños, entramos al que se miraba de mayor tamaño  le dije que se pusiera lo más comida posible y se bajara un poco la prenda o si quería se la podía quitar, con la típica frase “no pasara nada malo”… al parecer ya tenía algo de recorrido, o eso me hizo pensar al decirme “nadie dijo que disfrutar el momento era algo malo” mientras se giraba de espaldas poniendo una rodilla en la tapa del W.C.  y se bajaba la prenda del lado derecho por lo que se le paraba más aun el culo, ahora si “estaba llenándome el ojo” pues eso empezó a excitarme poco más, en eso yo me quedé en blanco y una gota pre-seminal (lubricante) sentí que se me salió. 

Como pude termine de pintar mi pieza y acariciaba su firme y duro trasero discretamente, y ella no decía nada por lo que de la nada le plante un beso en su glúteo, me miro y solo sonrío diciendo ¡Ay cabrón, tan perro! a lo que me prendió aún más y siguiendo el juego le di una mordida muy leve, seguí besando, y con las llamas de los dedos acariciando suave y lentamente pero sin pausar, por la posición en la que estaba su cuello me quedaba cerca de la mano aunque yo estaba de rodillas en el piso, comencé a rosar su nuca con mis dedos a lo que me sorprendió con un gemido, yo me excite y me pare rápido para restregarle mi verga, teniendo mi ropa de por medio y empezando a acariciar una pierna y sus pequeñas bubis, y sin decir nada rápidamente se levanta de la posición que estaba quedando frente a frente y me dice que así no le gusta, a lo que pensé que ya había acabado todo, pero empieza a desabrocharme el cinto, preguntándome si me masturbaba con lo que me puso super nervioso, vio mi bóxer con una pequeña mancha, aunque no me había venido ya se notaba poquito del líquido pre-seminal, le causa algo de gracia, se metió mi glande en su pequeña boca y comenzó a succionar, la verdad es que era la primera vez que me hacían oral, no sabía si lo hacía bien o mal, el solo hecho de sentirme dentro de la cavidad bocal de una niña era increíble sentir como sus dientes se raspaban en mi ser, mientras la lengua iba mojando de saliva cada cm de mi verga, la cual es de tamaño promedio en ese momento no la reconocí, crecío como 3 veces su espesor a comparación de cuando me masturbaba y más larga y cabezona con las venas super marcadas resaltando de tanta sangre que bombeaban, en fin, estalle sin avisarle, cuando tenía mi miembro lo más adentro que podía, ella se paró rápido y se fue directo al lavabo a enjuagarse la boca yo no supe que hacer y le pedí perdón por eso, no me dijo nada solo por un momento soló se quedó viendo y me dijo que no importaba solo que me subiera mi pantalón que iba ir a la piscina otro rato, y ¡pum! así acababa esa gran experiencia, por lo que sabía entre sacado de onda, contento y con la confianza al tope.

¡Mi nuevo hobbie había nacido! 

Aún estaba caliente, al salir no contenía la emoción, pero la pena con Perla por terminar en su boca me hacía plantearme si seguir ahí o retirarme, cuando en ese momento veo a Marcela pasar frente a mí, con dirección a la barra de bebidas, desde ese momento tus enormes tetas blancas con las venas que se miraban tenuemente y el top casi a reventar por sus bebes que querían salirse, eso me atrapo; con un abdomen plano adornado por un piercing y un calzón negro que aunque no era muy sexy conminaba bien con su no tan grande pero rico trasero.

 

Diciéndome a mí mismo por mi apodo: ¡ESTE ES MI MOMENTO DE ENTRAR EN ACCION!

 

 

CONTINUA.


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