Mimosa

Hoy he vuelto a pasar por las calles que recorrimos tu y yo hace tiempo.
Buscaba la pequeña casa donde pasamos juntos tantas tardes inolvidables de aquella primavera.

Ansiaba sentir que no fue un sueño, que existimos no sólo en mi memoria. Ahora estás ya muy lejos. Ni siquiera he podido encontrar tras los muros de los jardines aquella mimosa que plantaste para mi.
Pero la playa sí es la misma que entonces nos escuchaba hablar y reír. Hablar y besarnos. Y el mar también es el mismo que nos acariciaba cuando nos abrazábamos en él, que nos ocultaba del resto del mundo.
Me sentía libre e inmensa, ocupábamos todo el espacio, todo desaparecía excepto nosotros.

-No fue un sueño, -me digo sonriéndome a mi misma.
Fue hermoso, real, inolvidable.