Encuentros lejanos del tercer tipo

Pequeño caminante espacial,  he deseado tanto ver tu presencia materializándose  a través de las paredes, pero no sucede… diré que la vida no es igual desde que  no encuentro la manera de regresar a ti; tuve complicaciones en el pasado, pero al final lo lograba,  ahora parece definitivo…

Mientras espero para abordar el tren observó  a las personas y se ven tan… ordinarias ¿Qué de especial podríamos tener tu y yo para que algo como lo que estamos viviendo nos pase? he empezado a dudar de mi estabilidad mental, incluso de tu existencia, pero algo me impulsa a seguir creyendo, tanto que mis latidos a veces me despiertan de madrugada.

La desesperación me llevo a contarlo al profesor de física, tuve miedo de que al abrir la boca el corazón se me saliera convertido en mariposas y me quedará sin alma, pero estoy bien… al principio pareció no prestar atención, después me miro por encima de sus lentes y me pregunto si estaba segura de lo que estaba diciendo.

Repasamos una y otra vez los hechos, tenemos pizarras enteras con notas, se ha entusiasmado tanto, al punto de prometerme que hará lo que este en sus manos para que volvamos a vernos…

Sé que puede ser pronto o tal vez nunca, si es la segunda entenderé que el universo toma decisiones inexorables y que nuestra historia no está destinada a escribirse en las estrellas para siempre. Si llego demasiado tarde, probablemente tu corazón y tu mente hayan cambiado de voluntad,  no te preocupes, también es preciso decir que lo entendería perfectamente…

Seguiré intentando.

Julia.