Un domingo por la noche

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
10364 visitas

Marcar como relato favorito

Leonardo y yo ya habíamos salido antes, la mayoría de las veces en encuentros más casuales que terminaron siendo esporádicos.  Ya teníamos una semana de estar mensajeándonos y sabía que no iba a tardar en llegar la propuesta de volver a vernos. El domingo por la noche después de una pequeña platica corriente me dijo que estaba con unos amigos y que, si pasaba a mi casa, sabía de antemano cual era la intención y le dije que mis rommies estaban que no se podría aquí, entonces me contesto que pasaba por mi para irnos a otro lado. Con solo leer el mensaje me empecé a poner excitada de pensar en las otras veces que habíamos estado juntos, es extraño como a pesar de que no nos veíamos seguido y que nuestra relación había tenido altibajos, él aún tenía ese poder sobre de mí de ponerme a su disposición y yo estaba con la ansiosa de verlo.

No tardo ni 10 minutos en llegar frente a mi casa y al subirme al auto con solo verme, él sabía que me tenía a su disposición pues al cruzar pocas palabras se sentía la tensión y el deseo entre los dos, no tardo en empezar a jugar con sus dedos sobre mí y desabotonar mi pantalón , al darse cuenta de que ya estaba mojada , hizo lo mismo con el de él y salto con una erección marcada su miembro, estábamos en el automóvil en movimiento y empecé a tocarlo y no me resistí a meterlo a mi boca, nunca lo había hecho así mientras manejaban y eso me ponía aún más caliente, el con sus manos tocaba mis nalgas , las apretaba y me metía sus dedos a mi ya muy mojada vagina mientras yo se la chupaba, lamia y tomaba entre mis manos, sentía como le gustaba que lo que hacía .

Sin darme cuenta del tiempo ya habíamos llegado al motel que se encontraba a la salida de la ciudad, me levante, él se despabilo un poco y entramos a la habitación. Sin más preámbulos pues ya habíamos calentado lo suficiente en el auto, nos quitamos la ropa y empezamos a besarnos, como me gustaba que me besara con su cara varonil y su barba crecida, me tomo con de la cintura con fuerza y nos tiramos a la cama, me penetro de una embestida que hizo que empezara a sentir fuera de mí, así seguimos un rato hasta que cambiamos de posición y yo me puse sobre él, me encantaba hacerlo y ver su cara  cuando mis tetas brincaban al estar subiendo y bajando sobre su pene erecto, me acerque hacia él lo bese mordiéndole los labios , me miro con esa mirada que me mataba que sabía que faltaba lo mejor y me dijo quiero hacértelo por atrás por donde te pones como loca. Sabía que me gustaba hacerlo así, pues ya lo habíamos hecho antes y entonces me acomode en cuatro dejando mi culo al descubierto y  primero despacio fue metiendo su miembro  hacia mi ano , al sentirlo di un pequeño grito entre dolor y placer , ya dentro empezó a moverse más y más rápido, yo estaba llegando al máximo cuando sentí sus dedos introducirse a mi vagina y tocar mi clítoris me sentía en la gloria , estaba por llegar al orgasmo daba gritos ahogados de lo rico que sentía cuando me embestía y me tocaba a la vez y él no tardo en venirse dentro de mí. Nos quedamos bastante tiempo en esa posición, él aun dentro de mi recostados sobre la cama, extasiados después del orgasmo que tuvimos casi juntos.

Recuperamos un poco el aliento, pero sabía que eso no era todo, aún quedaba más noche por disfrutar.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed