Denunciar relato
    				    
    				    	    						
    					
    				
                    			
			
		El se cruzó con ella una mañana de invierno y así se la cruzaba cada mañana a la misma hora y en el mismo tren.
 El siempre la observaba desde lejos y le parecía graciosa con su gorro hasta las orejas y la bufanda hasta la nariz que apenas dejaban ver sus ojos, unos ojos de un negro tan oscuro como la noche, pero que escondían un mundo de cosas que descubrir y justo eso era lo que más lo atraía a el de ella, el misterio que escondían esos ojos.
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