Mi esposa y tu

Por
Enviado el , clasificado en Microrrelatos
1394 visitas

Marcar como relato favorito

Que manera desaforada de fornicar. No dejaban hoyo virgen ni casta lengua.

Yo los miraba por la rendija y no dejaban de pajearme, una dos y tres veces cuando chupeabas su miembro.

De pronto, salida de tus ensueños orgasmicos, dices:

Alguien nos está viendo. Y corres el visillo y me ves con mi miembro erecto. Como poseida de Satán saltas la ventana y te hundes en mi. Te recuelcas como loca, pero yo me solazo en el efebo de tu amante. Que torso y que figura!


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed