LAS COSAS QUE DUELEN

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Los días fueron pasando, cada periodo de espera se volvía agonía para vernos de nuevo, las llamadas eran efusivas, llenas de complicidad, de ganas, de necesidad, de risas y bromas. Con el pasar de los días nos volvimos los mejores amigos, se volvió mi apoyo emocional, mi persona favorita, nada tenía sentido si él no estaba. Podía estar en un bar bailando con amistades, rodeada de tanta gente y en mis pensamientos solo se encontraba él.

Me encantaba oír su voz cada que llamaba, sentir que ansiaba tanto volver para vernos de nuevo, cuando esos días llegaban siempre coincidíamos en alguna terminal ya que entre sus viajes y mis idas a la universidad nos colocaban en esas circunstancias casi siempre.

Caíamos rendidos uno en los ojos del otro, las sonrisas quietas y la respiración agitada cada vez que nos encontrábamos, la cercanía de nuestra piel nos dominaba, empezaban las sutiles caricias, sentíamos que el mundo no podría romper el amor que ya estaba sintiendo. Terminabamos siempre en la misma habitación de ese modesto lugar, llenandonos de besos, escapando del mundo, de las cosas banales, viéndonos así solos él y yo.

Recuerdo aún muy claramente las palabras que me dijo un día cuando terminabamos abrazados, luego de esos mágicos momentos: "Yo no quiero que esto que tu y yo sentimos, que esta manera de estar juntos, de compartir todo se acabe nunca, yo por mi parte voy a estar siempre contigo, eres alguien por quien vale la pena luchar..." y recuerdo la caja de chocolates que me regaló para San Valentín.

Que si aprendí mucho de él?... claro que si. tengo su olor en mi memoria muy presente aún, el color de sus ojos y su manera de pronunciar la rr, acentuándola mucho al hablar, conozco una mancha de nación en su pecho que parece un mapa color café y sé perfectamente que no tiene tatuajes en ninguna parte de su cuerpo, le encanta la salsa y bailar, y se vuelve loco cada vez que respiran sobre su nuca y comienzan a besarlo, definitivamente era la mejor parte, le encantaba decirme princesa y besar mi cuello haciendo ruido, su piel es tan sensible que si la besaba con fuerza dejaba marcas y me encantaba hacerlo, era una manera de quedarme con él cuando no nos veíamos. Era un adicto a las redes sociales y la compañía de sus amigos. fue ahi donde empezaron los problemas y este lindo cuento de hadas se volvió historia de horror.

Cada persona en mi pequeño pueblo se conoce, la gente no vive su vida por ponerse a mirar en que fallamos los demás y los chismes abundan, supongo que fue inseguridad de su parte la que lo llevó a solamente hacerme sufrir, pues luego de unos meses maravillosos, con tantos planes a futuro, con las espectativas que lo que teníamos nunca se acabaría el lindo principe de cuentos de hadas se volvió todo lo que yo no deseaba, los celos aparecieron cual monstruo que quería destruír mi felicidad y la desconfianza a causa de los comentarios mal sanos de personas que no quieren ver que nadie sea feliz lo alejaron por completo de mí.

Las charlas virtuales de horas se volvieron pequeños saludos de un par de minutos, sentía sus conversaciones distantes y frías, por mas esfuerzo que hice en llenarlo de amor con detalles, simplemente no funcionaba. Las llamadas de tres veces al día no se daban ya con frecuencia, se desvanecían de a poco y  los pleitos por un comentario que le hicieran con respecto a mí eran la parte más horrenda a su llegada.

Terminaba llorando en mi cuarto sola durante horas, viendo mi celular sin recibir sus llamadas, esperando viniera a buscarme y aceptar que había fallado al no confiar en mí.  Esperé muchas veces en vano su llegada, ya nada era como antes y termino por irse de mi vida así como llegó tan de repente- le dejé mil mensajes en su red social y solo me respondió uno, uno que aún hoy me duele demasiado:                                          "Sabes que, te quiero pero mejor terminemos, lo nuestro es un error, cada vez que nos vemos terminamos haciendo el amor y ya no quiero que pase, me he dado cuenta que necesitas a alguien que esté al pendiente de ti siempre, no como yo que paso en otro lugar y no podemos vernos como quisieramos, te deseo lo mejor, cuidate mucho". 

Que era todo eso,  cuado lo leí lo hice llorando a mas no poder lo maldije por aparecer un dia en mi vida y asi mismo marcharse, quería insultarlo en la cara por tratarme de esa manera pero rogaba al cielo por verlo de nuevo y que me dijera que nada era cierto. Lo soñaba constantemente, creo que nunca habia llorado tanto, es tan dificil sufrir una desilución, te pueden haber roto el corazón cien veces y siempre te duele como si fuera la primera vez... así sentiría yo.

...CONTINUARÁ---


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