Primera llamada telefónica del día

Que rico es escuchar tu voz recién que te despiertas, una voz ronca tan sensual, que incita a llevarme a imágenes eróticas que sólo tú me sabes dar.

Describirte todo el deseo que siento por ti, el detalle de lo que te voy a hacer.

Imagina cómo dejaste mi falo, duro y babeando por ti, el solo hecho de decirte que te voy a hacer el amor en el coche, así con el asiento reclinado, y tú montada en mi dureza, sintiendo mis palpitaciones dentro de ti, como entra y sale de ti. Y al mismo tiempo tomar tus pechos y acariciarlos y morderlos, nuestros besos al principio suaves u después incontrolables.

Después, tenerte desnuda en la cama, boca abajo y recorrer con mis manos y luego con mi lengua desde tu nuca y orejas pasar por tu espalda recorrer tus nalgas tus piernas hasta tus pies y regresar a tu culo, esa hermosa y más íntima parte de ti, y que solo es mía, ahí meter mi lengua, rozar sus pliegues sentir tu estremecimiento cuando sientes mi lengua en tu chiquito.

Mamita me tienes caliente, duro mi pene, babeando por esa imagen de verte caliente excitada deseosa de que te posea, deseosa que te penetre despacio, suave y después que me transforme en tu macho, en tu hombre y te haga sentir deseada, que te meta esta dureza mía, que sientas todo ese deseo guardado que tengo por ti.

Pasar mi falo en tu cara y de pronto la meta en tu boca, esas mamadas tan ricas que me das, y de pronto tu juguete en tu vagina, mi verga dura y mojada en tu boca y mi dedo en ti culo, no nos contenemos y gritas y te retuerces de placer, no me controlo y lleno tu boca de leche, que rica visión ver cómo te escurre mi semen de tus labios.

Mamacita, estoy temblando de excitación, te deseo tanto, mamacita.