la situacion cap 4-3

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Empezaron a hablar un poco sin decir mucho del momento, planeando que ya era hora de partir mientras él no podía quitar sus ojos del cuerpo de ella, luchando dentro de sí entre razón, instinto y emoción.

Recordando nuevamente que nadie enseña a querer, pero discutiendo internamente contra esa maldita moral impuesta por los demás.

Se paró desnudo de la cama pretendiendo intentar tomar un baño dando todo por terminado, pero ella también se paró rápidamente y lo Abrazo fuertemente mientras él la alzaba entre sus brazos.

Se besaron nuevamente y ella tomó la situación en sus manos arrojándolo a la cama, montándose sobre él como diciendo que era su turno de llevarlo.

Empezaron y continuaron besándose fuertemente mientras él veía a través del espejo del techo esa figura que haría a cualquier hombre ceder en esos momentos a lo que ella deseara.

Ella lo hizo rápidamente y empezó a moverse sobre él, él tomó su propio miembro en sus manos para que ambos quedarán frotando, tanto el de ella como el de él, como quien diría usando sus cuerpos como juguete para esa pequeña masturbación y roce entre ambos.

Él no podía creer lo que veía y sentía teniéndola allí, ver como su vulva se llenaba de jugos en gran cantidad logrando una lubricación perfecta entre ambos mientras se combinaban los elixires de sus sexos y sonaban fuertemente al estar frotándose.

Él tomó velozmente otro condón para ponerlo y penetrarla rápidamente pues no aguantaba más estar fuera de ella.

Por fin estaba dentro de nuevo, entonces ella empezó a mover sus caderas sensualmente en círculos bailando esa canción que solo podía escuchar ella en su cabeza.

El solo podía estirar sus piernas de placer mientras tomaba sus caderas a manera de seguridad para no irse de este mundo cuando ella hacía algo tan delicioso sobre él.

Sentía que su propia cara se deformaba intentando apreciar ese paisaje y esa acción que estaba ante él, mientras ella seguía con sus movimientos, su baile.

Por un momento sus luces internas se apagaron y el terminó por fin estando en pleno éxtasis que podría llamar indescriptible pues ya había pasado mucho tiempo desde que logró sentir algo así con otro cuerpo.

Luego de ello los recuerdos se volvieron un poco más borrosos pues lo único que se encontraba en su cabeza eran esas imágenes de ella.

Él tomó una ducha rápidamente pues el tiempo era aparentemente corto, salió del baño tomó sus prendas y se vistió sin estar el ahí mentalmente, pues luego de aquella situación y a pesar de no haber logrado dar lo mejor de sí para ella pues la combinación de su razón, lógica y emoción le estaban jugando una mala pasada, no podía evitar seguir pensando en todo lo que ocurrió y seguía divagando, un poco ido...

Ella entró al baño a ducharse mientras ambos hablaban y hacían algunas pequeñas bromas del sitio a la vez que él se cepillada los dientes mirándose al espejo y pensando por un instante repetir todo nuevamente ahí mismo, en ese mismo instante.

Ella salió de la ducha, se puso su ropa interior mientras decía unas palabras a manera de duda, cuestionándole si le parecía bonita luego de verla.

Pensó unos pequeños segundos en darle cada descripción, cada pensamiento de cada rincón de su cuerpo que logró conocer.

Pero no pudo hacerlo por temor o vergüenza y terminó diciéndole que claro que sí, que tenía su cuerpo torneado o algo parecido, algo vago y sin mucho sentido aparentemente.

Que estúpido que fue...

Luego de estar ambos vestidos, procedieron a partir de ese sitio para dejarla en un punto exacto pues ya tenía otros planes luego de esa situación.

Salieron rápidamente del sitio y el solo podía pensar que si lo que hizo era correcto o no, y no pensaba realmente en lo que pudieran creer en esa parte de lo moralmente incorrecto, No lo hacía.

Pensaba en cómo había actuado, en por qué no pudo llenarse complemente del momento como deseaba y en sí tendría otra oportunidad parecida para corregir o enmendar eso.

Llegaron al sitio al punto exacto donde debía dejarla, se despidieron de un beso en la mejilla como si nada hubiera pasado y ella partió, mientras el la vio fugazmente irse gritando dentro de sus interiores que volviera que lo intentaran de nuevo, que podría dar más, que le diera otra oportunidad.

El partió a su casa, lentamente se inundó de música en sus audífonos como solía hacerlo para intentar callar todas las voces de su cabeza que le decían miles de cosas.

No recuerdo muy bien ahora mismo  que me dijo sobre lo que pensó en ese instante mientras conducía, pero de todo lo que me habló de tantas voces de su cabeza logré rescatar esto... de que nadie sabe correctamente qué es querer, que nunca sabremos como actuar realmente ante razón, sentimiento y emoción, que solo somos humanos y que es mejor dejarse llevar en la mayor de las veces...

Ante todo lo que me contó y su historia se me viene a la mente ese viejo refrán de continuar y pensar en cualquier tipo de arrepentimiento después.

 

FIN.


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