Denunciar relato
    				    
    				    	    						
    					
    				
                    			
			
		Habiendo recibido el bocado de la mano de Jesús...
Supo
que era quien debía entregarlo.
Busco en su alforja y contó
treinta y tres denarios.
Y había recibido monedas de plata.
Confundido hulle al monte por su alma.
Ahí encuentra
un ciprés con la horca dispuesta.
Se quebró en llanto sordo como letanía.
No sabemos quién Le entrego
Que lado obscuro de la fuerza lo hizo.
Acaso Aquel?
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