El suspiro de la lluvia

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Enviado el , clasificado en Amor / Románticos
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¿Qué tristeza más grande habrá que la de saber que en cualquiera de las mil dimensiones nunca podré abrazarte nuevamente?

Discúlpame por importunarte mientras duermes, y por ser tan mundano sin serlo ya… sucede que la poesía me abandonó ferozmente, además, es el único camino que encontré.

Siempre tienes ese aroma tan particular… hay tanto que quisiera decirte, contarte cómo es que las estrellas alumbran en medio del desierto y te arropan para olvidar la ausencia de los que se quedaron en casa. Decirte que el frío de tu ausencia era inclemente, más que el ambiente mismo, más que el que siento en este momento.

Lo cierto es que tengo poco tiempo y era necesario pedir una disculpa.

Sobre aquello que te han contado, solo diré que no tuve tiempo para reparar, me sumergí fugazmente sin recordar que me esperabas de vuelta. Tú también lo hubieses hecho, por mucho que reniegues…

No pierdas el tiempo intentado pensar en lo que pasó, juro que en cierto punto el miedo me abrazó con tal fuerza que se volvió caricia y deje de sentir dolor.

Estoy convencido de que hay miles de historias terribles que deberían contarse, para que no se repitan, pero también que hay algunas hermosas que se pierden en el olvido del tiempo y el murmullo creciente de los autos. No sé  a qué clase de historia pertenezca esta misma, la de nosotros, pero por favor deja de pedirle a dios todas las noches lo que le pides; solo diré algo: no quieras morir aún, no será tan grande mi ausencia, escucha atentamente la lluvia, en su suspiro encontrarás mi espíritu.

¿Qué esperanza más grande habrá que la de saber que en cualquiera de las mil dimensiones algún día podré abrazarte nuevamente?

 

 

Nota al lector: Este escrito surge de la migración y del insomnio.

Hay un chico que intentó “cruzar la frontera”, como decimos en México y Centroamérica cuando alguien se arriesga para entrar ilegalmente a Estados Unidos, lamentablemente este chico no pudo llegar porque una señora se estaba ahogando al cruzar el río y el saltó para salvarla. Murió en el acto.

Esto es lo que cuenta su novia en dos escuetas, pero poderosas líneas. Las encontré de madrugada mientras escuchaba una hermosa canción. La chica remataba sus dos líneas diciendo: sé que nos veremos pronto.

No diré más, solo que no los conozco, pero es un intento de homenaje para ellos, por ellos y por todos aquellos que caminan el desierto para tener una vida mejor.


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