FANTASIA SEXUAL

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
14543 visitas

Marcar como relato favorito

Hace algunos días empecé a trabajar en conjunto con el hermano de mi mejor amiga, siempre lo consideré un muy buen amigo y nunca lo vi con otros ojos que no fueran profesionales, esto cambio cuando me pidió que lo acompañe a comprarse un traje para una reunión que tenía la semana pasada, le dije que sí y ahí comenzó la tortura...

El hecho fue así, al principio imagine que iba como su secretaria, ya estaba acostumbrada a acompañarlo a comprarse cosas, pero nunca ropa... 

Desde que lo atendieron no dejo de preguntarme cosas, si le quedaba bien la camisa, la corbata , si le combinaba con el pelo, bla bla bla, yo asumí que su interés en saber si se veía bien se trataba en adquirir la mejor apariencia frente a sus colegas, pero todo se volvió confuso cuando salió con el trae completo puesto (se los describo un poco para que se lo imaginen mejor, era un traje azul marino, con la camisa blanca y la corbata en un gris plata bastante bonito, el cinto y los zapatos eran negros y como detalle extra tenía el reloj en su mano izquierda), en ese momento se me apago el cerebro y deje de pensar, lo juro, mi respiración se volvió más agitada y sentía como el calor que me subió hasta las mejillas se me acumuló en la entrepierna, quise decirle que se veía jodidamente bien pero no pude articular palabra alguna, él me miró y buscó con la vista mis ojos intentando descifrar que me pasaba. Mi reacción fue poner una de mis manos sobre su pecho y deslizarla hacia abajo, cuando pensé que se iba a correr o empujarme su reacción me sorprendió por completo, se rio por lo bajo y me llevo con él al vestidor.

No está de más aclarar que cuando me besó no sabía que carajo hacer, al principio dudé pero no pasaron ni 2 segundos cuando lo estaba besando de vuelta.

Estuvimos ahí dentro por más de media hora, sus besos eran como tocar el cielo y seguir subiendo, fue solo una sesión de besos candentes, no llegamos a nada más porque nos encontrábamos en un lugar público, si recuerdo que no paraba de mencionar lo buena que estaba y de las ganas que siempre tuvo por meterme dentro de su oficina y follarme sobre su escritorio, yo, por mi parte le deje notar que ponía a mil los hombres en traje ....

Ayer por la mañana me llamó a su oficina por un par de papeles que teníamos que firmar, como desde lo sucedido en el vestidor no habíamos hablado del tema pensé que iba a actuar similar, pero me lleve una grata sorpresa cuando lo vi en el mismo traje que se había comprado.

 Me apoyó sobre su escritorio casi desesperado por hacerlo y me subió la falda que traía puesta, se aplastó sobre mi para hacerme sentir su muy evidente erección y me comió los senos a mordiscos, no paraba de soltar cumplidos a mi persona y chupar mis pezones, con sus dedos estimulaba mi clítoris y me pedía que susurrara su nombre en su oído, entre ese mar de locura alcancé su bulto entre mis manos y lo libré de la fina tela del pantalón, lo froté varias veces hacia arriba y abajo, deleitándome con sus gruñidos cargados de placer, usé mi dedo índice para acariciar solo la punta y jadeé cuando esta soltó el líquido preseminal, lo unte con mi uña de una manera dolorosamente juguetona y lo lleve a mis labios a modo de probadita, le sonreí juguetonamente y después de ese acto erótico me aplastó contra el duro vidrio del escritorio y me arrancó las braguitas de encaje blanco que llevaba puestas. Se posicionó sobre mi entrada y no tuve tiempo de decir nada que ya lo tenía dentro mío. Se movía enérgicamente rápido mientras se sostenía con sus palmas del vidrio y jadeaba mi nombre a gusto, mis uñas se clavaron en su cuello y lo obligué a besarme. Me embistió por un rato largo más y cuando lo sentía más que duro y listo lo saqué y dije las palabras mágicas 

-Vente en mi boca-

Desesperado salió de mi interior y me puse de rodillas al frente suyo se masajeo la polla unas dos veces más y toda su carga se esparció por mi garganta quemando mi lengua. Me lo tragué como toda una nena obediente y lamí su glande para extraer hasta la última gota, lo escuché gruñir y me levantó desde el mentón , después de besarme probando su propio sabor me dijo que era su caramelito favorito.

Ese día me fui más que satisfecha del trabajo, anoche nos mandamos un par de mensajes por reuniones que tenemos el día de hoy y estoy demasiado ansiosa por saborear su polla nuevamente.

 

Mi nombre es Anne y soy nueva, me pareció entretenido contar mis aventuras por aquí y al parecer voy a tener mi protagonista, voy a actualizar cada tanto las cosas que vayan sucediendo.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed