WELTSCHMERZ - A veces el mundo duele. 02.2

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Cual inercia de la vida, después de una mala noche sale el sol para dictaminar un buen día en compensación. El sol se muestra muy cálido y afectuoso, como un padre después de dar un mal regalo a su hijo en navidad. Salgo a cumplir con la rutina mecanizada que procede a despertar, saludar a Rudy que despertará más tarde, siempre sale después del desayuno. ¿Por qué es asi?, no tengo la menor idea. Es un peluche, seguramente son cosas de peluches.

Después bajo al comedor, de camino me encuentro a mi abuela ya preparando el desayuno en la cocina, me ofrezco ayudar, pero me rechaza diciendo que ya está todo listo. Como quien no se siente bien de comer sin haber ayudado, me dispongo a colocar la mesa, pero grande fue mi sorpresa de que ya lo habían hecho, y si, fue la enana-te-ataco-en-respuesta-de-tu-buenas-intenciones. ¿Enojado?, no, para nada.

Ella estaba sentada comiendo una manzana mientras esperaba, en su cabeza tenia a la rata blanca, su fiel Patamón, por algún motivo se ve agotado, ¿No pudo dormir con un gato en la misma casa? Me acerque y me sentarme en frente de ella, sentarse lejos dejaría a entender que aún guardo resentimiento. Cosa que es falso. Unos minutos de un espeso silencio incomodo, que se puede atribuir a desayunar con tu atacante. -No, no estoy enfadado, estarlo por esa nimiedad es signo de inmadurez, con mis años que cargo es imposible. ¿Qué he estado reiterando? ¿Y qué?, eso no significa nada. - Mi abuela llega en salvación por lo que nos disponemos a saciar nuestra maldición como humanos; el hambre. Ojalá fuéramos como las plantas, -Salvador ... - pero, ¿Cómo obtendríamos los sales y minerales?, comeríamos tierra para administrarlo, ¿No?, entonces, -Salvador, oye. - la industria de comida vendería tierra con diferentes presentaciones - ¡Salvador! - "llévese su tierra con abono natural" y las bebidas serian agua con sales "sales extraídos del mismo yo-que-se". ¿Qué son las sales?, ¿Sal como el de cocina?

- ¡Salvador! - Al notar que por fin existe respuesta de vida del mundo Salvador - ¿Otra vez pensando en cómo sería ser una planta? ¡Vaya niño resulto ser! Pese de que es bastante grande sigue desconectándose de la realidad. Despierta ya.

- .. Oh, abuela, ¿También habías pensado de como seria ser como una planta?, genial, como esperaba de mi abuela. -La abuela solo pudo llegar a decir "Vaya niño el que crio"- Por cierto, ¿Por qué no comemos?, tengo mucha hambre.

Mercy se esforzaba en no reírse de la escena que había presenciado, esa familiaridad con que hablaban la abuela y el nieto, en compresión de sus pensamientos, aunque quizás el nieto no lo hacía del todo pues demostró que se desconcentra con facilidad, ¿Es todos los desayunos de ellos así? Si, esto le evoco gratos recuerdos ...

- ¿Qué tienes pensado hacer desde hoy? - Le pregunto la abuela a la pequeña Bruja, regresándola a la realidad. "Si, ahora estoy aquí, en la ciudad. Lejos de casa.", pensó Mercy.

 - Eh, no tengo un plan. Solo pensé en que tengo que llegar a una ciudad y solo eso. - Dijo un poco avergonzada - No pensé muy ... a futuro.

- Bueno, es algo irresponsable que no tengas un plan. No tienes conocidos ni un lugar donde quedarte, ¿Por qué no te hospedaste en un hotel?

- ... Bueno, vera ... No tengo dinero, toda mi bolsa de viaje se quedó en mi pueblo, cuando estaba viajando descubrieron que no tenía dinero, así que tuve que darles algo de valor, para que me bajaran en el próximo paradero. - Recordaba con voz triste - Luego tuve que caminar a la siguiente ciudad, porque el paradero estaba en medio de la nada, ¿Por qué habría un paradero en tal lugar?, solo había vacas. Entonces fue cuando comenzó el mal clima, pero por suerte me encontré, o mejor dicho me encontró, el señor Gagunj y aquí me encuentro.

- Ese hombre, Gagunj, ¿No era tu tío? - Pregunto Salvador recordando la escena de ayer.

- No, solo fue alguien que me ayudo. Y no uno que parecía que te fuera a robar bajo la lluvia, eso seguro que no. - Dijo la pequeña Bruja. Con cierto reproche en su tono.

- ¿Pero ¿qué dices, niña? Ya te lo dije, quería ayudar. Ya, tómalo como quieras, nada arruinara mi día. - Lo decía mientras controlaba su respiración usando las manos para enfatizar.

- Ya, ya. Hoy es hoy, ayer ya paso. - Decía la abuela tratando de calmar el ambiente que era mejor que no se desarrollase- Por cierto, Mercy, ya que no tienes un plan, quizás lo mejor que puedas hacer sea ir y hablar con el Alcalde, ¿Sabes? Si no me falla la memoria, existe una pequeña casa que funcionaba como establecimiento donde la anterior Bruja ofrecía sus servicios y estudiaba, siendo una Bruja quizás el Alcalde te permita quedarte ahí.

- ¿Bruja? - Se extraño Salvador, señalando a la pequeña - ¿Esta niña? So, so.

- Si, yo, la que en todo momento has estado llamando NIÑA. Tengo veinte años. Y - Desfogándose tras permitirle la palabra - Y ¿Sabes qué más?, esta NIÑA tiene un nombre, es Mercy, y la "rata blanca" tambi-

- ¿Veinte años? No puede ser ... - Buscando incrédulamente la negación de su abuela, pero ésta solo asintió- ¡Eres mayor de edad! ... Vaya, ahora me siento extraño, quiero disculparme por decirte niña todo este tiempo, pero el que me atacases me lo impide, de tal modo que estamos mano a mano. ¿Qué dices?

- Hmm... - Miraba a su rata blanca, parecía que hablaban con la mirada, luego ambos asintieron. - Esta bien. - Lo dijo sin ocultar su disgusto. - Solo porque tu abuela nos salvó de la calle. ¿Todos los de la ciudad son tan maleducados?

- Creo que es malo que saques conclusiones apresuradas sin antes ver la ciudad, apenas llevas una noche aquí. Puede ser difícil, pero todo pasa por algo y deben tener un motivo de por qué temerte. - ¿Temerme? - Cambiar las cosas dependerá de ti. ¡Oh!, mira la hora, si quieres ver al Alcalde este debe ser este el mejor momento, debe estar dando su paseo diario por el mercado comunal; si quieres sentirte grande, el mercado es tu lugar para eso, siendo éstos los que mejor aluden al cliente. Y no hay mayor placer para el Alcalde que ser aludido, si quieres ser un vasallo alúdelo, si no quieres caer en una baja estima como persona; no lo hagas.

- ¡Oh! Ahora mismo voy a verlo. Gracias por todo voy a por mis maletas. - Sin esperar respuesta alguna, Mercy corre hacia la segunda planta. Tras un corto tiempo regresa, encaminada a la puerta principal donde le esperaban la abuela y su nieto.

- Muchas gracias, señora. No solo me permitió pasar la noche, también nos dio de comer; a mí y a Koma, no una sino dos veces. Estamos muy agradecidos de poder haberla concedido. - "Aunque yo seguí a su nieto, siendo éste el único que conocía, ya que de alguna manera esperaba este desarrollo, pero vaya casualidad que de todas las personas de esta ciudad tuve la suerte de conocerla" se decía a si misma sin creer lo que hizo y lo que paso- Dicho todo esto, no me queda nada más que estar en deuda, si tienen algún problema pueden contar conmigo, la deuda es una promesa.

 


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