WELTSCHMERZ - A veces el mundo duele. 06.0

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                                                                ACTO SEXTO
                                                 -LA MECÁNICA DE LA CIUDAD-
Un día más llegaba, el Sol tenia pocas fuerzas pero lo suficiente para hacer que el Gallo de la Ciudad despierte y recuerde a las personas de que viven. El ambiente no tenia nada especial, hace dos días eran sombríos, ayer era de tono naranja por la preocupación que nacía en cuanto recordaba a Mercy, hoy nada especial. Un amanecer más. Con el cuerpo aún pesado, como el cerebro y sus sentidos, se sienta en su cama, con manos en su cabeza trata de enfocar su mente. Busca en la esquina a su fiel amigo, Rudy, quien siempre estaba para oírle, escuchar sus secretos, la única persona que sabe como es, su verdadero ser, no ese que vive bajo la Luz, el YO, sin enfoques ni lentes, su intimo ser. Bueno ni malo, pues la verdadera naturaleza del hombre escapa de la moral social.
Rudy descansaba, mientras mi día llega a su fin, el suyo aún no. Como todos, el hace algo que solo el puede, si, cosas de peluches. Afuera los vivos hacen ruido. Voy al baño, me aseo, me quito la muerte de mi piel, un nuevo día, un nuevo yo. El sonido del agua, la interrumpido por el cuerpo, el frió. Es un momento de contacto con uno. Siempre en esta situación tengo una sensación de excitación, como si mi cuerpo pidiese vida. La excitación pronto se convierte en ira, rabia y miedo. Todo esto se concentra en mis miembros, puños, mi cuerpo se mueve con ímpetu. Vida, vida, vamos a vivir, vamos a recordar vivir. Mis emociones explotan. Uno, dos, tres,cuatro, cinco golpes a la pared del baño, los nudillos heridos, todos rojos, dos heridas. Vivo, aún vivo, esto no es sueño de una mariposa, ni de Mercy, estoy vivo. ¿Verdad, Zalamanca? Nunca respondes, no eres Miguel, no quieres hablar, dialogar, solo es un monólogo, siempre así, solo hablas con un mob. Me miro en el espejo, estoy sonriendo de felicidad plena, que mas sentir pues, si estoy un día mas vivo, un día mas para sentir un surtido de emociones que no quiero, vivir una vida que no eligir, seguir las cosas al pie de la letra, pero al menos vivo, vivo para hacerlo, mejor que caer en el olvido, morir. Estas marcas en mi nudillo son mi recordatorio, nunca sanaran, si sanan podría olvidarme. El olvido es el mayor castigo. Observo el espejo, un Salvador feliz, ¿Por cuanto durara esto? No se, pero mientras aún estoy feliz viviré, del resto mi yo del futuro se encargara, él sentirá el golpe de la realidad, pero ahora, ahora lo disfrutare, que para eso estoy, ¿Verdad? Entretener. Observo perplejo al espejo, siempre pasa esto, siempre alguien diferente, me miran, me acosan, esos ojos fijos en el espejo no son míos, ¿Quien eres? digo pero antes de acabar la preguntas siempre cambian de página. ¿Me recordara? ¿Viviré en él? Quizá, si, como lo hizo Augusto, aunque murió por las palabras que decían su fin, quizá si no hubieran seguido él no hubiera muerto, ya sabes, no acabar la historia, no ver el final, antes de leer la muerte. ¿Quién eres?
- ¡Salvador! Ya esta el desayuno, baja a comer, tu Abuela se siente sola.
- ¡Ya voy Abuela!
Antes de bajar a desayunar, me quedo en mi soledad a darme amor, siempre se siente bien darse amor cuando uno esta feliz, porque después del amor solo hay la depresión y la culpa por lo que hago, pero la felicidad me ayuda a superarlo. Solo aprovecho lo que me regala la vida, ya que es gratis pero todo un privilegio, la felicidad. Que sea efímero le da su encanto, por eso siempre lo busco, pero cuando se va, lo odio, me repugna, así es el hombre, incongruente.
- Siempre tardas mucho, por eso te tengo que avisar con anticipación. Bueno, sigo esperando, ya a nadie le importa los abuelos, o ¿Quieres que vaya al parque?
- Esta bien, Abuela, no tienes que hacer drama, te voy abrazar.
- Si, así me gusta, sentir el cariño de un buen nieto, tienes que ser bueno, como lo era tu padre, todo un caballero, rescatando a las damiselas bajo las lluvias, pero parece que tu también sigues su paso, eh.
- No se de que hablas Abuela. Siempre hago la mismo.
- Si, si, lo que tu digas. Bueno ya estas en esa edad al fin acabo.
- No creo, Abuela, si algo soy y si algo valgo, es porque odio. No creo que a alguien le guste eso.
- No esa parte, pero si tu parte buena, esa si que si.
- Jaja, no puedes aceptar a una persona solo por una faceta, debe ser en su totalidad.
- Oye, aquí yo soy la que dice cosas serias y con valores. Y te diré, todos desconocen al otro, ellos solo son una interpretación de uno, al final, nunca le preguntamos quienes son.
-¿Cómo? ¿Quienes son?
- Si, por ejemple, ¿Quien eres? Y uno diría como respuesta referencia de otro para llegar a uno, cómo, "soy hijo de..", "vengo de .." y ese tipo de cosas, pero no responden quien es uno, sino que eres de otros.... Bueno, comamos que el té se enfría. Oh, mira, tú té favorito de la granja McMillani. Son difíciles de conseguir pero son muy buenos.
- Genial, gracias Abuela, este es el mejor para este tipo de situaciones.
- No hay de que. La familia lo es todo, uno feliz, todos felices.
- Si... Todos felices.


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