ENCUENTRO DESESPERADO

Eran las 8 de la mañana y era mi primer día en el área más pesada de la cocina de KFC, no podía creer que por fin iban a darme un reto más grande en el restaurante, aunque solo llevaba trabajando 10 días, había destacado entre las 3 chicas nuevas, y muchas de las veteranas, pero sí que todo había salido mal, no tenía muy claras mis funciones, así que me retrasé mucho en todas las tareas del día, en mi cabeza todo era horrible, fue el peor día de mi vida sin mencionar que el chico que me gustaba el día anterior dijo que tenía novia, yo ya me había acostado con él, y todo estaba saliendo mal.

Mi turno se terminaba a las 5, pero como estaba tan atrasada, salí a las 7, aburrida y con mucha rabia del día tan malo, le escribí a este chico, y le pregunté si me juzgaba si le confesaba que lo deseaba como a nada, a lo que me contestó que no, que al contrario no quería que yo pensará mal de él, ya que tenía su pareja, pero que quería volver a verme, esperando el transporte me dijo que nos viéramos, así que me fui a su casa, no sabía muy bien que estaba haciendo, pero el día había Sido tan malo que no importaba nada más.

Llegué a su casa, y mientras abrió, recordé la primera vez, su moto y todo lo que habíamos... Abrió entonces, que nervios, el enseguida lo noto, yo llevaba puesto un pantalón de sudadera ajustado, una blusa negra muy ajustada y la chaqueta de cuero, resaltaba bien toda mi figura, me hizo pasar y me dijo:- sé que estás nerviosa por cómo me viste y enseguida tus pezones se pusieron duros, pero vamos a terminar con tu día tan malo.

Me puso contra la puerta, bajo mi pantalón y para su sorpresa llevaba un hilo de color negro muy pequeño, y dijo: -si que me sorprendes, bajo un poco sus jeans y me penetró, yo solté un gemido mientras mi cara está pegada a la puerta, nunca me di cuenta de su erección, pero yo ya estaba muy húmeda.

Sin sacar su miembro de mi sexo, muy lentamente me llevo hasta su moto, me hizo poner las manos en el sillín, y me quito la chaqueta y la blusa, me dejó el sostén y siguió con su embestida, yo me estaba volviendo loca, quería desahogar ese sentimiento de rabia con una buena cogida, pero estaba bajo sus órdenes, me dijo al oído: recuerda que yo mando, y a partir de ahora eres mía si eso es lo que quieres nena, o no es lo que vienes a buscar?

Me llevó a su cama, se quitó la ropa, y me hizo hacerle un oral, menos mal es algo que me gusta así que empecé a ser un poco más agresiva, así que empecé hablar sobre lo rico que la estaba pasando, le dije que se acostara que era mi turno, con una sonrisa pícara, se acostó, yo terminé de desvestirme y me subí a su gran erección, me estaba sintiendo como una loba que está en celo, y me decía si nena, tú eres la mejor, yo empecé a dejar mi día ahí en medio de la situación y le pedía más, después de un rato, me quito y me dijo aún no, no es momento de llegar, se sentó e hizo que yo me pusiera de pie, dándole la espalda volví a sentarme sobre su erección, debo admitir que de esa manera sentía que tenía un poco. Más de control sobre mis movimientos, así se tumbó sobre la cama y yo seguí, le decía que era suya, y que mi decisión era ser su putita para siempre, me volvió a quitar y esta vez corrió y apagó la luz, me acostó y me embistió así, acariciaba mi cara, y me decía que era muy feliz, me besaba apasionadamente, empezó a moverse muy lento, subió mis rodillas de modo que metió su mano en medio de los dos hasta que llegue, fue una cosa de locos, era la segunda vez en toda mi vida que llegaba, y solo pasaba con él, salió de mí y en la mañana posición llegó en mi vientre.

Mientras descansamos de lo que había parecido el paraíso, dijo que seríamos amantes, solo si yo aceptaba y se iba a comportar a la altura de mis requerimientos sexuales, yo dichosa acepté, al fin de cuentas yo lo busque solo para pasar el trago amargo del día...

Continuará....