Quería que me cuentes un cuento

Vine a escribir, porque necesitaba que me cuenten un cuento, y como no tuve la fortaleza (o borrachera) suficiente para llamarte y pedirte que me cuentes un cuento, vine a escribir. Por una necesitad, que no pude cubrir, aunque en este momento la este “cubriendo” porque te estoy dándo lo que yo no me supe dar: un cuento, un relato, una historia.

Quería estar desnuda, en la cama, hablando contigo por teléfono, fantaseando de que eras mi compa, mi pareja, y que solo hablábamos cosas de historias de nuestras vidas pasadas que no conocimos nunca. En definitiva, puras mamadas.

Una vez me dijeron que era una mamada – pero eso es otra historia-

Ya saben, pues, eso quería, en resumen, se definiría como sentirme acompañada, que no me cojan y no coger, solo estar hablando desnuda… imaginándote desnudo, hablando cosas que ni sabes qué, ni para qué. En ese estadio de enamoramiento que no queremos cruzar porque es lindo, nebuloso, un tanto rosa y pegajoso, del que queremos salir, pero no queremos.