Una morsa como pocas

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Mientras en Chile estaba de moda hace algunos años un video de una menor de edad teniendo sexo oral, en términos mundiales lo más visto era una captura bastante tenebrosa que se citaba casi como un rito satánico. Si ves el video completo nunca más serás feliz y morirás en el infierno. Con las temporadas se supe la historia real del video y el concepto fue mutando a una reflexión más cómica entre los amigos. Para que entiendan los milenial era como ver a un niño de la Teletón bailando Tap con música de fondo de la película La Llorona.

El protagonista del video es un transexual con Polio que con los años fue integrado a un video clip de Marilyn Manson en forma de tributo, pero a pesar de esa popularidad yo siempre me cuestioné si debía reirme de lo trágico de la vida como siempre lo he practicado con mis circunstancias personales o debía tratar de buscar el motivo de porque la gente se podía llegar a reír de algo así. No quiero sonar anticuado pero no entendía que por eso años lo más visto en Internet fuera una menor de edad grabando su intimidad sexual y un transexual con deformidad esperando las burlas del mundo entero para poder lucrar.

La primera persona que me envió el link fue una mujer que seguramente no quería que durmiera plácidamente esa noche. Al abrir el archivo no sabía si los movimientos del personaje eran provocados por una anorexia extrema o alguna enfermedad desconocida por mí. Finalmente me enteré de los motivos de sus características corpóreas que acompañaban a los bailes exóticos, mientras recordaba los relatos de un compañero de curso sobre la grave enfermedad de su padre, un padecimiento que a través de los años le comprimiría el cuerpo hasta el día de su muerte, dejando solamente a la vista un par de muñones.

Viendo el video mis pensamientos enjuiciaban los límites del contenido de Internet, algo que hasta el día de hoy no tengo muy claro, porque cada vez parecen surgir nuevos mitos de la web profunda y como intervenir ciertos sitios para comprar órganos humanos o difundir el tráfico de menores de edad. Creo que un hacker con tintes psicóticos siempre tendrá la capacidad de superarse a si mismo.

Volviendo al tema principal del relato, siempre me pareció mal que la gente compartiera un video para burlarse de una persona con defectos y otra condición sexual. Con los días medité de mis juicios y entendí que el amigo con Poliomielitis en realidad era la persona que más disfrutaba su explotación de fama, incluso entendí que su enfermedad le permitió desarrollar aptitudes que quizás con un destino diferente ni siquiera hubiera pensado en desarrollar. Quizás el que lo enjuiciaba era yo y mi poca apertura de consciencia, a diferencia de las personas que compartían la grabación, que sin darse cuenta generaban el espacio para hablar de la enfermedad y como incorporar a esas personas en la sociedad.

Me interesó tanto la historia de Johnnie Baima que me puse a investigar y me enteré del abuso sexual al que fue sometido a sus cortos años de edad, algo que lamento hasta el día de hoy, pero quizás al superar ese evento y luego el tema de su enfermedad, algo en él se manifestó en harás de libertad y desafíos personales. La gente comparte sus actos para comercializarlo como una deformidad circense que cumpla la función de bufón generacional, pero el amigo reconocido mundialmente como "Obedece a la Morsa" aprovecha esa caracterización para cada día dar un poco más de lo que muchos le dijeron que podría llegar a dar en la vida.


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