Lobos

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-Abuelito, abuelito ¡qué orejas tan grandes tienes!

Son para escuchar mejor.

-Papi, papi ¡qué manos tan grandes tienes!

Son para acariciarte mejor.

-Primo, primo ¡qué boca tan grande tienes!

Es para amenazarte mejor.

-Tío, tío ¡qué dientes tan grandes tienes!

Son para morderte mejor.

-Hermano, hermano ¡que ojos tan grandes tienes!

Son para acosarte mejor.

-Indiferencia, ¡qué brazos tan largos tienes!

Son para destruirte mejor...

 

Los lobos pueden estar sentados en tu jardín,  o muy cerca de casa. El más feroz es la indiferencia, o su otra especie: el consentimiento.

Si sabes de alguno que guste de devorar niños, denuncia. Es necesario que las caperuz@s jueguen felices y a salvo en el bosque.

 

Nota: estos tiempos de reclusión probablemente sirven para que muchos abusadores permanezcan en casa, acrecentando así las posibilidades de daño para muchos pequeños y su terror ante lo indefensos que pueden estar.

Por favor, si puedes, comparte el texto en cualquier medio, generemos consciencia, permanezcamos atentos y luchemos desde nuestra trinchera por los niños. No es necesario colocar al autor, eso lo menos importante.

GRACIAS MIL POR LEER. 


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