La Jinete

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La Jinete

Si no me acuerdo mal, era a principios de agosto, porque en la tarde empezaba hacer frio, en la arena donde se practican las carreras de barriles a caballo, estaba un huerca muy bonita que a sus 16 años le encantaba montar a caballo, tenía su cabello liso, largo, se tapaba con un sombrero vaquero, que la hacía verse tan bonita que llamaba la atención de todos, se llamaba Karla, además de bonita, parecía que su caballo, el alazán, con su pelaje rojizo, estaban conectados mentalmente, porque se entendían a la perfección, era un deleite verlos entrenar en la arena, delimitada en sus extremos por vallas.

Se mamá era una señora muy al pendiente de su hija, la llevaba a entrenar tres veces por semana, era una manera de convivir entre ambas, tener cosas en común, después de las practicas Karla, como era muy extrovertida le comentaba cada cosa que había notado en la montada, siempre queriendo mejorar, porque se acercaban las competencias estatales. En su casa juntas veían videos muchas tardes, para analizar cada uno de los errores que estaba cometiendo para irlos evitando.

Un día que estaba Karla bajando el caballo del remolque, venia como siempre con toda la actitud a practicar, oyó que otras barrileras estaban hablando mal de ella, decían que era muy creída, que a ver quien la bajaba de la nube porque creía que podía llegar a ganar algún lugar en los estatales, pero su físico no le iba a ayudar, por ser demasiado alta y pesada para el caballo, decían entre otras lindezas, que sus piernas al montar parecían de garza aterrizando en el agua, y soltaban la carcajada. A Karla le caló muy hondo ese comentario, acomodó su caballo y se puso a practicar, hizo lo de siempre, pero la mamá desde las vallas notaba algo raro en ella, como que estaba molesta y esa no había sido la actitud con la que había llegado al lugar.

Al terminar la práctica, guardo el caballo en el remolque y se subió a la troca, no dijo nada en el trayecto del sitio de entrenamiento a su casa, se bajó de la camioneta, bajó al caballo y lo acomodó en su caballeriza. Se fue a su cuarto y se bañó, la mamá estaba extrañada de porque estaba así, no entendía. Pensaba su mamá que quizás era el periodo o había tenido un problema con el entrenador, prefirió dejar que Karla le contara que le estaba sucediendo.

Al día siguiente, estaban desayunando antes de irse a la preparatoria, la mamá preparó el platillo que más le gustaba a ella, migas con huevo y salsa roja, se las sirvió y le pregunto que si quería aparte tortillas para comérselo, Karla le dijo que no quería comer nada, que le dolía el estómago. La mamá se quedó preocupada porque no sabía exactamente lo que le sucedía a su hija, tal vez fuera la adolescencia o algo más.

Pasaron varios días así, hasta que una tarde, tocaron a la puerta de su casa, era el entrenador, saludó a la mamá de Karla y le pidió permiso de entrar, se pusieron a platicar en los sillones de la sala y en eso Karla los interrumpe, entrañada que él estuviera en su casa. El entrenador se paró del sillón y saludó muy serio a Karla, le dijo que estaban platicando de ella, queriendo entender porque había cambiado últimamente su actitud respecto a la montada, le dijo --no necesito ser adivino para saber que algo te pasa, tengo muchos años de experiencia--, ella con las manos con las palmas hacia arriba y enchuecando la boca, como diciendo que no entienden. El entrenador la miró a los ojos y le dijo --sabemos que tienes problemas, queremos saber cuáles son, porque tu no eres así--.

Karla viendo a su mamá y al entrenador varias veces, empezó a llorar y les pregunta: ¿porque si saben que mi físico no es el adecuado para este tipo de deporte me siguen alentando para continuar practicando? Se me hace una pérdida de tiempo seguir con esto, mejor me pongo a practicar otro deporte. ¿Pero quién te dijo eso? le pregunta el entrenador, ¿En donde está escrito que las estaturas o las medidas del cuerpo deben de ser de ciertas dimensiones para poder llegar a ser bueno o malo?, que yo sepa, en ningún lugar de la literatura de este deporte lo dice, no sé de donde lo sacaste.

Karla enojada y secándose las lágrimas le contesta eso estaban diciendo las hijas del duelo de la arena, que yo era demasiado grande para destacar en esto, que parecía una garza aterrizando, y la verdad pues sí, estoy alta en comparación de ellas. El entrenador haciéndose para atrás en el sillón dijo: Aaaah, ya salió la punta de la cuerda, esas niñas te tienen envidia, eso es lo que pasa, te ven como a una enemiga a vencer y al parecer te están venciendo con el puro veneno que te avientan. Karla dijo: además últimamente mi caballo ha estado muy lento, eso también lo entendí, por todo el peso que carga. El entrenador soltó una pequeña carcajada, el caballo siente tu estado de ánimo, si tú le trasmites que estás triste él lo siente, ellos tienen mucha sensibilidad, acuérdate cuando con ellos damos equinoterapia a los niños autistas, los caballos sienten y entienden el sentir de su jinete, son animales muy inteligentes. El entrenador se levantó entonces del sillón y viendo fijamente a Karla a los ojos le propone –vamos, desde mañana a dejar de oír las críticas de las demás personas, te vas a concentrar en mejorar tus tiempos y hacer sentir al caballo que estas animada con actitud ganadora--.

--En la vida siempre te vas a topar con gente toxica que lo único que hace es escupir veneno, no te dejes influenciar, yo en ti veo a alguien con mucho talento que puede llegar a ser de las mejores. Demuestra con tu actitud que eres superior a ellas, no renuncies a lo que amas--.

El entrenador se despidió y la mamá de Karla lo acompañó a la puerta, le agradeció la visita y los consejos que le dio a su hija. El entrenador le dijo que a él le interesaba mucho que Karla fuera una buena jinete, y que era parte de su trabajo aconsejar a sus alumnas en cuestiones de mentalidad. La mamá de Karla se sintió más tranquila sabiendo que lo que le sucedía exactamente a su hija.

Miren como son las cosas a un galope de distancia, un mes después estaba rompiendo el record estatal en las competencias clasificatorias para el nacional, fueron como un rayo entre los tres barriles, todo el mundo estaba asombrado como Karla con sus largas piernas usando una técnica nunca vista, hacia contrapeso para que el caballo girara más cerca y rápidamente, como si tuviera imán a los barriles, en los videos se podía notar como estaba concentrada y conectada mentalmente con su caballo.

Lo más importante es no dejarse llevar por las críticas, saber de quién vienen para conocer la intención… la mala intención sobre todo.


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