Jorge y Wilson

Ya estaban los dos en la casa de Wilson, Jorge no sabía cómo había podido llegar a esa situación, pero ahí estaban los dos.

Wilson era un mulato colombiano, atlético de 1,90 metro de estatura, fuerte, con una simpatía fuera de lo común. Para Jorge fue que se lo presentaran y generó en él una confianza como si lo hubiera conocido de toda la vida.

- Te soy sincero- dijo Jorge -Yo no sé nada de esto, para mí es la primera vez-

-ja ja ja, no te preocupes, y que te parece si empezamos por desnudarnos completamente-

A Jorge le dio un poco de vergüenza, pero accedió, puso una música suave, una luz tenue y comenzaron a desnudarse.

Allí estaban los dos frente a frente, totalmente desnudos, Wilson era un auténtico dios de ébano, hermoso por donde se lo mirara, un pene enorme semi-erecto unos glúteos redondos y aterciopelados, labios gruesos, tentadores, de tanto en tanto los humedecía con su lengua, Jorge estaba totalmente excitado, no acababa de comprender cómo podía atraerle así el cuerpo de un hombre. La iniciativa fue de Wilson, cogió a Jorge por la cintura y lo atrajo hacia él. Jorge sintió el aliento fresco de Wilson y entrecerró los ojos. se besaron con ternura, la lengua de Wilson sabía a menta, dulce y mientras la movía dentro de la boca de Jorge ronroneaba de manera excitante. Wilson ya tenía una erección total, tenía un pene ligeramente curvado hacia arriba y su erección apuntaba al cielo. Sus pollas se frotaban una y otra vez.

- Mi amor, mi amor- exclamó Jorge, sorprendido, nunca pensó que pudiera decirle eso a un hombre.

-Papasito, chúpamela- exclamó Wilson, Jorge obedeció sin rechistar, se arrodilló y lamió los huevos y la polla de Wilson de arriba a abajo...

Continuará....