EL PACTO

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Enviado el , clasificado en Terror / miedo
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-...algún día vendrás a mi... - el Vacío la rondaba endiosado. Sabía que ella no era fuerte. 

-Eso no ocurrirá -le respondió, segura, pero si se da el caso, si llega a ocurrir, puedes llevarme contigo...

 

Sus retinas siguen fijas en el cristal, inmóviles, como ella, tumbada de lado sobre la cama, frágil como una estatua de arcilla que yace anclada en su pedestal.

La mirada perdida en el palmo de ventana sin persiana.

No podía soportar esa luz, pero ahora, en realidad le es indiferente. Sabe que si en su mente se convierte en piedra no sentirá nada, ni frio ni calor, ni dolor, ni miedo.

Respira despacio, pero el corazón le va a mil y no consigue disminuir sus acelerados latidos.

Detrás del cristal no hay nada, solo el Vacío. Esperando.

Son viejos conocidos, aunque siempre consiguió evitarlo.

Nota la humedad en la almohada bajo su mejilla y se da cuenta de que en realidad no hay otro camino porque el inicio del final ya había comenzado sin que se diera cuenta.

Su cuerpo se levanta de la cama, siente el calor de la madera en las plantas de sus pies descalzos mientras la llevan a correr la cortina de color blanco roto; "roto", piensa en su estado impávido, "qué color más oportuno".

Las puertas del armario tiemblan para evitar su paso pero las llaves que las custodian las mantienen cerradas. Las libélulas de la lámpara emplomada cierran sus alas sobre sus ojos rojos en un intento de evadirse de lo que va a suceder.

Pone su mano en la puerta y gira el frío agarrador. Solo aspira a conseguir no pensar. La ventana se abre solo una rendija por la que una brisa se introduce con brío. En un instante el Vacío se cuela también en la habitación, envuelve a la mujer, y por contra de lo que éste pensaba, no encuentra en ella resistencia. Ambos se disuelven en un instante en el amargo aire del cuarto, aún cargado de tristeza.

En la solitaria habitación sólo la almohada ha sido testigo de la ejecución de ese abyecto acto, de esos ojos negros imperturbables rindiéndose por fin al Vacío infame.

 

 


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